Hace pocos días algunos transportadores del país cesaron sus actividades como forma de protesta ante los aumentos que el Gobierno Nacional realizó al precio del ACPM, una noticia bastante escandalosa que se difundió rápidamente entre todos los colombianos, algunos sin mediar palabra y sin indagar acerca del tema, salieron a defender los “intereses” de todo un gremio que se vería afectado con esta fatídica decisión.
Sin embargo, “el tigre no es como lo pintan” pues primero que todo el déficit del Fondo de Estabilización de Precios al Combustible (FEPC) es el motivo detrás del aumento del precio del ACPM. El FEPC tiene un saldo de casi $25 billones, que es el dinero que se le adeuda a Ecopetrol, sin contar que Colombia ocupa el tercer lugar en el ranking regional con los precios más bajos del ACPM.
Esta situación nos hace pensar cual es el verdadero motivo de la protesta o realmente a quienes afecta esta medida, pues de lo poco que se sabe, es que para unos se trata de un “paro empresarial” que solo afecta a las personas que tienen el musculo financiero suficiente para pagar el ACPM al precio en que realmente debería estar, y que no debe ser vendido como un paro que afecta al pequeño transportador, al que día a día pone en peligro su vida en las vías de este país.
Ahora bien, lo que es cierto es que al colombiano de a pie no se le puede seguir imponiendo una carga que no debe soportar, no se le puede seguir exigiendo que subsidie costos que otros tienen como pagar, razón que le asiste al actual gobierno para tomar la decisión de aumentar los precios, pero considero que aquí el tema central o la problemática no nace con un aumento, el problema surge es porque el colombiano no ve cambios, no ve arreglo en las vías, no ve aumento en las vías terciarias y en cambio solo recibe más impuestos, más peajes y menos inversión en infraestructura vial.
Lo que, si nos deja el paro transportador, es la fragilidad de la cadena de suministro y la importancia de un sector logístico eficiente para la economía nacional. Si bien el conflicto ha tenido impactos económicos significativos, también presenta una oportunidad para implementar reformas y estrategias que fortalezcan el sector y promuevan un crecimiento económico más resiliente. La resolución efectiva del paro dependerá de la capacidad de las partes involucradas para negociar soluciones equitativas y de la voluntad del gobierno para invertir en el desarrollo sostenible del transporte en Colombia.
Finalmente, el 6 de septiembre se anunció el fin de la protesta, esperemos que los 14 puntos expuestos por el presidente de nuestro país se cumplan a cabalidad, y que los impuestos y subsidios que los colombianos pagan se vean reflejados y materializados en obras que aporten al desarrollo del país, porque con mucha seguridad considero que al colombiano no le dolería dar plata si su país tuviera un desarrollo progresivo y que poco a poco redujera las brechas de desigualdad que existen en Colombia.