La semana pasada se reunieron en Kazán, Rusia, los nueve países integrantes de los BRICS+ compuesto inicialmente por Brasil, Rusia, India, China, Sur África y ahora con cuatro nuevos miembros, Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos, acompañados de una treintena de socios e invitados; todos del Sur Global. La consolidación del bloque como actor geopolítico independiente da fe del debilitamiento progresivo del sistema internacional surgido después de la segunda Guerra Mundial y del modelo de la globalización de mercado de la posguerra fría liderado por Estados Unidos. Llegó la hora de reconocerle voz y representación a los países emergentes y en desarrollo pues ya reúnen una tercera parte del PIB y la mitad de la población mundial.
En la declaración final de la Cumbre de Kazán, los BRICS+ hacen ver su intención de convertirse en jugador geopolítico relevante del nuevo mundo multipolar que se está gestando. En tal dirección aborda las disputas centrales de la actualidad, desde la reforma de la ONU y la no proliferación de armas nucleares en el espacio y en el Medio Oriente, hasta el rechazo a las sanciones ilegales de Estados Unidos y la Unión Europea y la construcción de una arquitectura financiera internacional alternativa.
Respecto de Naciones Unidas, proponen una reforma integral que democratice el Consejo de Seguridad, el FMI, el Banco Mundial y la OMC. Anuncian que están organizando una infraestructura de mensajería interbancaria alternativa al SWIFT, supervisado por EE. UU. y, por tanto, funcional a las sanciones unilaterales e ilegales que hoy pesan sobre una tercera parte de los países del mundo y las cuales rechazan enfáticamente.
La Iniciativa de Pagos Transfronterizos de los BRICS irá acompañada de la plataforma BRICS Clear que permitirá el pago de transacciones internacionales con monedas propias, utilizando el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS como cámara de compensación para abrir nuevas avenidas al comercio internacional entre los países del sur y, de paso, obviar las sanciones ilegales mediante la desdolarización progresiva.
Los BRICS aparecen en la escena geopolítica actual jugando un papel de contrapeso similar al del Movimiento de Países no Alineados en el siglo pasado, pero con una posición diferente y pragmática respecto de las grandes potencias en disputa. En reemplazo de la no alineación, pareciera que han optado por un enfoque de alineación múltiple, para aprovechar los beneficios de ambas y promover la distensión y paz mundiales.
En esa dirección, han asumido una estrategia de reducir las tensiones mutuas, como en el caso de los conflictos fronterizas entre India y China. Con visión de largo plazo y la convivencia pacífica como meta, abogan la solución dialogada de los conflictos con negociaciones en la guerra de Rusia contra Ucrania, un cese al fuego inmediato y el reconocimiento pleno del Estado Palestino y el proceso de paz en Yemen bajo los auspicios de la ONU. La Declaración de Kazán está dando contenido y voz al Sur Global. Su voluntad de acción, peso y cohesión dentro de una alineación múltiple hacen factible que ahora si sean escuchados.