He notado que los anuncios hechos en estas primeras semanas tanto por el gobierno nacional como por las administraciones municipales tienen a muchos con la moral baja, pero acaso ¿esperaban algo distinto? La situación actual se veía venir desde antes. Ahora bien, ya metidos en la segunda quincena del mes de enero, sigo promoviendo que seamos unos ‘optimistas realistas’. Sin duda este 2021 será mejor que el 2020 pero no debernos hacernos falsas expectativas porque la coyuntura continúa.
Es irrisorio que estemos TAN sorprendidos con las medidas que han tenido que ser implementadas, porque claramente son parte de este ejercicio de ir probando la mejor solución a una crisis sin precedentes que solamente parece extenderse en el tiempo y que, admitámoslo, por desobediencia ciudadana, continúa creciendo.
Los datos demuestran que el 2020 fue devastador, pero al pasado pisado, es momento de enfocarnos en lo que viene y con las recientes cifras presentadas por el DANE con corte a noviembre, se ve que el panorama de reactivación se ha ido dando y que esta tendencia debería mantenerse. Por ejemplo, si tomamos el desempleo nacional a noviembre, su tendencia continúa a la baja, ubicándose en un 13,3%; un valor que se acerca al 12,2% que marcaba en el mes de febrero de 2020, poco antes del inicio de la declaración de emergencia en Colombia.
Vale la pena recordar que en abril del año pasado fueron eliminados cerca de 5,4 millones de empleos, arrastrando la cifra de personas ocupadas a tan solo 16,5 millones. En el mes de noviembre la recuperación en dichos puestos de trabajo era significativa con 4,78 millones, sumando un total de 21,3 millones de personas. Desconocer estos datos es escoger una lupa negativa para afrontar los meses que vienen.
Nos podemos sentar a llorar y seguir buscando culpables sobre los cierres y las cuarentenas que se están dando, las duras restricciones a la movilidad y los frustrantes esquemas de acceso al comercio, pero llorar no servirá de mucho sino cambiamos el comportamiento. Pueden decir lo que quieran, que hay que reactivar los diversos sectores de la economía y demás, pero es absolutamente absurdo estar viendo a familias completas desplazándose por todo el país y peor aún, con mínimas o nulas medidas de autocuidado. Fue igualmente ridículo haber levantado la exigencia de pruebas para viajeros que querían entrar a Colombia (error ya corregido) y haber bajado la guardia en las cuarentenas estrictas para dichos visitantes. Pero esto ya se hizo y ahora tenemos que enfrentarlo.
Nadie puede decir que desconoce cuáles son las medidas para protegerse del Covid. Nos lo han dicho de mil formas, por todas partes y en todos los idiomas. Quien no lo quiere entender debe revisar sus prioridades y como mínimo, dejar de quejarse para ser parte de la solución.
A todos los demás nos corresponde continuar pedaleando en medio de la tormenta y jamás perder esa visión de ‘optimistas-realistas’. Tendremos un buen año, claro que si, pero será bueno en comparación con uno pésimo, eso hay que tenerlo claro. Si bajamos la guardia y caemos en espirales de desmoralización y de absoluto pánico, será un año terrible.
Tenemos que generar empleo, promover la colaboración y fortalecer las medidas de seguridad individual. Porque esto va para largo y la mejor vacuna será una mezcla de autocuidado con mucho esfuerzo y empuje.
@AlfonsoCastrCid
Managing Partner
KREAB Colombia