En el artículo anterior se plantearon tres posibles causas del alto costo: 1) alto costo de materiales y Mano de Obra foránea (incluido viaje y manutención) en la isla, 2) no descartable, corrupción en el proceso y 3) diseño de las casas muy conservador (especificaciones por encima de lo que pidieron los habitantes). Este es un artículo de análisis con base en información disponible que solicita que investigadores, de la Contraloría y del periodismo, profundicen hasta encontrar pruebas duras que puedan respaldar las hipótesis expuestas.
A su vez, el alto costo de los materiales, relativo a lo que conocemos en el país continental, se debe a razones físicas, como que hay que llevar los materiales a Cartagena o comprar allí, ciudad con precios altos con respecto al resto del país, debido a que desde allí es que inicia la logística que tiene viajes terrestres, marítimos, varios cargues y descargues, al menos dos actividades en puertos, con un problema adicional que consiste en el manejo oligopólico de todos esto, so pena de correr riesgos de todo tipo si no se usan sus servicios. Hay quienes recuerdan que la Armada Nacional colaboró con el transporte de materiales, y que, a no ser que cobrara, habría que excluir esto del costo. Es probable que fuera parcial, pero también es necesario chequear este punto.
Pero también se pueden deber, concurrentemente a las demás causas, a corrupción en el proceso. Las investigaciones tendrán que sacarla a la luz pero no antes de algún resultado en este sentido se debe salir a denunciarla y su respectiva judicialización ejemplar por parte de la Fiscalía.
Un aspecto muy importante es el carácter estratégico que tenía el diseño de las casas. Por una parte debía atender a unas condiciones funcionales extremas (resistir huracanes) y tener unas zonas de refugio (baño y alcoba), y de materiales que pudieran ser mantenidos por los habitantes, unas de estética para respetar la arquitectura tradicional, pero también apuntar a otros objetivos estratégicos como tener el menor peso posible (por los costos de la logística) y ocupar en su construcción (o ensamble) la menor cantidad de mano de obra posible (por la dificultad de disponibilidad, impacto de llevarla del interior y alto costo resultante). Dos asuntos clave, que deberían haber estado en el análisis de la decisión del diseño; por eso es muy importante saber cómo se tomó esa decisión, quiénes participaron y qué tuvieron en cuenta.
Hay más
El caso del hospital arroja unos datos de contexto que interesan. El huracán IOTA le arrancó las ventanas y la cubierta. Se supondría que como edificación prioritaria ha debido atenderse de inmediato, en un proyecto muy rápido, no solo por su importancia sino por la facilidad de ponerlo al servicio nuevamente, sabiendo que un huracán se puede volver a presentar en la siguiente temporada. Lógica simple. Hoy hay hospital pero en una carpa (7). Inexplicable.
Similar situación con 2 colegios nuevos, grandísimos, que fallaron con el huracán: uno, que no tenía tejas al momento del evento, colapsó la estructura del techo por errores de diseño, construcción e interventoría lo cual debe ser investigado porque es inadmisible. El otro tenía cubierta y estaba en servicio parcialmente, pero dejó de usarse por problemas de servicios. Muchas familias enviaron a sus hijos a San Andrés para que siguieran estudiando.
Todas estas edificaciones tendrían que haber sido priorizadas y deberían haberse concebido como refugios para los habitantes porque hubiera condicionado de inmediato el diseño de las casas y bajado la especificación de que fueran refugios en sí mismas. Lo mismo con las iglesias y el aeropuerto, por ejemplo. En el caso de las primeras no se reforzaron y solo al principio de este año presentaban avance en su reconstrucción, tal vez emprendida por sus mismos interesados.
Es decir, ¡otro asunto estratégico! que condicionaba el diseño de las casas y por lo tanto debía haber sido tenida en cuenta en la toma de decisión. Cada vez más importante revisar cómo fue tomada.
¿Contratación adecuada?
El contrato de FINDETER con el Consorcio fue directamente adjudicado por administración delegada, en el cual los contratistas, con sentido patriótico como lo resaltaron sus directivos, no generarían utilidad (sobre honorarios) pero no incurrirían en ningún costo de su bolsillo. Pero no tenía un costo objetivo por m2 o por casa, o por número mínimo u objetivo de casas a construir o reconstruir con el monto del contrato. Se puede explicar por la difícil situación pero no incentivaba la búsqueda de mejores soluciones y desafortunadamente no hacía énfasis en gastar lo menos posible.
La explicación para este tipo de contratos es la emergencia (contratación directa, administración delegada) amparada con la declaración de estado de emergencia que permite evitar la Ley 80 de contratación estatal. Como estamos hablando de un enorme contrato de reconstrucción que iba a durar 2 años, la lógica simple se queda corta en esta explicación.
La contratación directa evitó que hubiera competencia y el estudio comparado de costos de varias alternativas, siempre necesarios para lograr proyectos exitosos. Un buen diseño optimiza aspectos técnicos y económicos, lo cual se perdió de vista con el tipo de contrato y lo mantuvo fuera de control. Adicionalmente, la Ley 80 exige que los proyectos estatales tengan interventoría técnica de diseños, administrativa y financiera, lo cual no pasó.
¿Por qué en el contrato con el Consorcio Providencia no se nombró el número de casas a construir o en su defecto el costo objetivo? Tampoco resulta aceptable una respuesta primaria como que no se sabía a cómo resultaría su costo, ya que revelaría, como probablemente sí hace parte de la explicación de la situación, que no existió una adecuada planeación del trabajo en emergencia. Y sí, hay que resaltarlo, en emergencia también se planean los proyectos y sin ninguna duda, ninguna, ¡para uno con duración de 24 meses!
Las constructoras del consorcio, que son las más grandes del país, que tienen millones de m2 construidos, siempre controlan al milímetro sus diseños y al centavo sus costos. ¿No fue así en este caso? ¿Es probable que por falta de competencia, falta de un límite (meta de monto máximo por casa), tipo de contrato, falta de interventoría, falta de experiencia en este tipo de casas y de proyectos, sumado a la falta de atender los requerimientos funcionales de los raizales (diseño suministrado), terminaran relajándose los miramientos para gastar? Si fue así, ¿por qué no se ajustaron los procesos a lo largo del tiempo? (era lo debido en este caso).
Paradójicamente, la gente que reconstruyó con sus propios recursos lo hicieron rapidísimo, como a ellos les indicaba su cultura y adicionalmente hicieron un gran negocio ya que tuvieron la oportunidad de alquilar sus casas para albergar a la cantidad de gente que venía a la otra reconstrucción a unos precios elevadísimos, de ocasión. Muchos se dieron cuenta y corrigieron. Los que esperaron estuvieron quietos año y medio. La isla aún no está abierta al turismo pero no hay una crisis fuerte económica porque parte de esa posible “danza de los millones” fue a parar a los mismos habitantes que lograron aprovechar la oportunidad, y también, hay que reconocerlo, una parte vive de giros del exterior o del narcotráfico.
En el próximo y último artículo de esta serie, las causas de fondo…
* @refonsecaz
Referencias
(1) Pelea entre Petro y Duque por casas de Providencia: ¿sí valen $600 millones? El Colombiano, 2022.
(2) Saqueo en Providencia: la isla de la fantasía que dejó Iván Duque, A fondo con Maria Jimena Duzán, 2022
(3) ¿Por qué costaron tanto las viviendas que hizo Duque en Providencia? El Colombiano, 2022
(4) Arquitecto San Andresano, constructor habitual. (pendiente verificar fiabilidad)
(5) Twitter del constructor Leonardo Castro (en las respuestas hay quienes desmienten que sean en la isla pero sí en San Andrés y que no han pasado realmente por la prueba de un huracán). (pendiente verificar fiabilidad).
(6) Casas de más de 600 millones en Providencia ya tienen grietas y daños: ¿qué responde el consorcio? Noticias Caracol, Diego Alvira, 2022
(7) ¿Qué pasa con las casas en Providencia? Revista Cambio, 2022
(8) Contraloría confirma sobrecostos y otras irregularidades en reconstrucción de Providencia, Revista Semana, 2022
(9) Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD–