“Que oso viejo!” Los flojos amigos de Duque

Mauricio Toro

El Presidente Duque postuló a su gran amigo Andrés Barreto a la Corte Penal Internacional. Su compañero de pupitre en la Sergio Arboleda, quien debe estar aburrido en la SIC o tiene más ansias de poder y figuración, quiso aprovechar su amistad con el Presidente Duque para seguir escalando inmerecidamente en el escenario mundial del derecho, y se atrevió a presentarse ante la Corte Penal Internacional.

Y como dice el dicho “fue por lana y salió trasquilado”. El abogado Barreto en su presentación ante el Comité asesor de la CPI, pudo demostrar que habla muy bien inglés (eso sí, porque al Cesar, lo que es del Cesar); pero en relación al conocimiento jurídico y experiencia para ocupar tan alta dignidad quedó muy mal parado, por no decir que hizo el oso, y de paso Colombia también hizo el oso.

De cuatro posibles calificaciones, nuestro ilustre jurisconsulto obtuvo la segunda peor calificación, “formally cualified”, que en castizo quiere decir “apenas, si acaso, cumplió los requisitos mínimos”. Para ser más precisos, el Comité concluyó lo siguiente sobre el distinguido representante de Colombia “El candidato tiene poca familiaridad con el derecho penal internacional, derecho internacional humanitario o el procedimiento penal, su experiencia profesional ha sido en campos que no son relevantes para el trabajo de la Corte Penal Internacional” y remata otorgándole la siguiente calificación “reúne los requisitos formales del Estatuto, pero no es claro si el candidato puede hacer una contribución notable al trabajo de la Corte[1]

Más allá de la vergonzosa historia de Barreto, y sin hacer énfasis en la falta de rigurosidad de Duque y el abuso de poder para beneficiar a sus amigos; lo cierto es que por culpa de la conducta indecorosa del Presidente, Colombia se pierde la posibilidad de ocupar una magistratura en la Corte Penal Internacional. Por lo menos tendremos que esperar hasta la próxima oportunidad que haya un puesto disponible, ya que los magistrados son elegidos por 6 años.

Es una vergüenza para todos los colombianos, y en especial, es una cachetada en la cara para todos los abogados y abogadas que existen en el país con las más altas cualificaciones académicas y profesionales, y que, al contrario de Barreto, podrían ganar de sobra una magistratura en la Corte Penal Internacional.

Es hora de que el Presidente recapacite. No puede seguir abusando de sus funciones para beneficiar de forma inmerecida a sus amigos. O por lo menos, busque amigos que tengan mejor formación y mejor experiencia, o en el peor de los casos, escoja amigos que sean capaces de prepararse para una entrevista sin hacer el oso.

Lo más preocupante de todo, es que en esta lógica duquista del amiguismo, no nos sorprendería que el Presidente postule al rechazado Barreto para ser magistrado de la Corte Constitucional, como premio de consolación.

Y yo le digo: señor Presidente, yo sé que no somos grandes amigos, pero hágale un favor a los abogados colombianos, y en especial a los abogados de su insigne Universidad la Sergio Arboleda, para futuras postulaciones, atrévase a escoger abogados con gran experiencia y gran preparación, que tengan más cualificaciones que simplemente ser amigos suyo. Yo no soy abogado, pero estoy seguro que hay abogados y abogadas de magníficas cualificaciones que pueden dejar en alto el nombre de Colombia, incluso en la Sergio Arboleda. Y en especial, para la Corte Constitucional, lo invito Presidente a que nos deje la boca callada postulando a grandes abogados constitucionalistas, no importa que tan uribistas o duquistas sean, ni siquiera importa que sean de la Sergio o cualquier facultad, pero permítales que su experiencia y su formación académica hablen por ellos mismos, más allá de simplemente ser amigos suyos.

Finalmente, espero que el descalificado Andrés Barreto, superintendente en ejercicio, no tome medidas administrativas en contra de la Corte Penal Internacional por atreverse a cuestionar su ausencia de experiencia y conocimiento jurídico suficiente, al fin de cuentas, después de sus decisiones contra Daniel Samper Ospina, nada nos sorprendería de este funcionario que más parece un alfil de la oficina de prensa de la Casa de Nariño para acallar opositores.

PD: por cierto ¿Para cuándo las sanciones de la SIC a la Casa de Nariño por usar imágenes de menores de edad sin autorización de sus padres o acudientes? O ¿esas normas solo aplican para opositores?

@MauroToroO

[1] https://asp.icc-cpi.int/iccdocs/asp_docs/ASP19/ICC-ASP-19-11-ENG.pdf