He seguido las campañas de ambos candidatos, motivado por el derecho de elegir para luego no estar con quejas como lo solemos hacer permanentemente. Es por esto que escribo esta columna, exponiendo las razonas por las que considero que el candidato santandereano, Rodolfo Hernández, no es la solución.
Sin lugar a dudas Rodolfo genera mucha empatía por su original manera de hablar; es buen empresario; fue exitoso en su alcaldía al generar cambios diferentes al de la mermelada, tamal, lechona, tejas o simplemente un puesto, lo que es un avance de conciencia que todo el mundo debería tener en las próximas elecciones.
El problema del candidato Rodolfo Hernández es que no conoce las instituciones, el funcionamiento de ellas y más aún, el país., lo que se convierte en un riesgo enorme para una nación conformada por territorios que tienen una serie de complejidades diferentes entre la una de la otra y que requieren que la persona que la dirija, proponga una solución para cada una de estas realidades en municipios y veredas.
El discurso de Rodolfo se limita a decir que luchará contra todo lo que considera como una robadera, lo que me parece bien, el problema es que gobernar a Colombia va más allá porque hay que enfrentar un narcotráfico, unos grupos ilegales, la destrucción del medio ambiente, hacer despegar una economía que, aunque no está mal, tampoco esta como para hacer fiestas.
Me permito decir de Rodolfo Hernández, que es un señor camuflado en alguien con buenas intenciones, pero sin una idea de país. Que parece estar disfrutando sus cinco minutos de fama sin saber lo que le espera en el caso de que sea elegido presidente de la república de una nación con muchos retos. No de otra forma se pueda explicar sus argumentos simplistas que dejan ver la poca profundidad de sus discursos.
Puede ser que Gustavo Petro se haga ver como un populista de izquierda, que en ocasiones se muestre de manera arrogante y que quizás en su círculo existan personas que no muy grata recordación, que a mi parecer lo perjudican. Posiblemente si hubiera mantenido la distancia estaría mejor parado de lo que lo vemos, pero con Petro, sabemos a qué atenernos, conocemos su actuar y él conoce más que nadie, el desempeño de cada uno… a diferencia de Hernández, pues no sabemos de tantos que tiene debajo de la mesa, quien es el peor.
Por todo lo anterior y por más, me enfoco por Gustavo Petro, pero además el conoce muy bien el país, lo ha recorrido, conoce sus principales necesidades y sabe cómo abordarlas junto con las instituciones. No es lo mismo postular a un empleo sin experiencia que con ella.
La política tradicional posiblemente se asombre, tengan miedo, por que sí, muchos humildes trabajadores de provincia no tienen la oportunidad que han tenido ellos, en la manera de desenvolverse en sus sueños y sus proyectos de vida, son los excluidos y quizás ven un respiro con Gustavo Petro al mando. El cambio se necesita y afortunadamente hay un país más leído, con ganas de estudiar, trabajar, orgullosos de conocer la historia, de buscar y generar desarrollo más allá del monopolio de algunos.
Es por eso, por ellos y por la oportunidad de un cambio real, mi voto es por Gustavo Petro.