Siempre admiré a la Revista Semana porque era un espacio de periodismo, que a pesar de ser del poder político y económico del país, sus investigaciones dieron mucho de qué hablar y sus revelaciones incomodaban a ese poder político y económico del que hace parte.
Hoy como están las cosas, debo confesar con mucho dolor que no me gusta nada que se esté convirtiendo en una especie de trinchera de activistas políticos que están por encima de quienes hacen investigan en el terreno y se dan la pela por su labor periodística, ¿para qué?: para que al final, el trabajo del equipo de periodistas termine opacado porque la Revista Semana se dedicó a darle pantalla a quienes no les interesa la información, sino darle cabida a sus opiniones políticas, con la idea de hacerle proselitismo a su causa.
De esta manera vemos ahora a personajes como Lucho Garzón, Juan Carlos Pinzón, Ariel Ávila, Federico Gutiérrez, María Andrea Nieto, y una cantidad de personas que más que cumplir con un oficio como periodismo, persiguen un fin político.
No me explico a quien se le ocurrió la idea de poner a hacer periodismo a quienes se dedican al oficio político y a quienes promueven un pensamiento y toda su actividad gira en torno a ello, como sucede con Ariel Ávila.
Eso de llevar a personas con pensamiento de izquierda y de derecha a un medio como la Revista Semana no sé qué tan bueno sea en materia de credibilidad, porque lo que debe importar en un espacio noticioso es el equilibrio y calidad en el periodismo que ejerza y no que hayan dos bandos contrarios discutiendo sobre lo divino y lo humano, para al final de cuentas no llegar a nada.
Cosas como estas son las que hacen dudar de la seriedad de un medio como la Revista Semana y del criterio con el que en estos momentos Alejandro Santos la dirige, si es que la dirige, porque a la luz pública parece más una figura decorativa que un director.
Lo otro, aparte del activismo político que se ha tomado a la Revista Semana, es que en estos momentos en la Revista Semana, hay más Vicky Dávila que Revista Semana. No sé cómo hará Alejandro Santos para corregir esto.
Pensé que el modelo que implantó Néstor Morales en Bluradio, donde todos los días escuchamos a Aurelio Suarez, un activista político del Polo Democrático, decir No a lo que Felipe Zuleta dice Si, para no llegar a nada, no se iba a repetir en otro espacio de noticias, porque es claro que esto en lugar de unir, divide, pero también es claro que hay a quienes les interesa tener dividido este país para que continúe siendo una eterna Patria Boba.
*Yamile Vanegas
Directora
Fundación Acuerdos Por la Paz