La literatura colombiana continúa destacándose a nivel mundial y este año tuvo momentos memorables en los que se destacaron nuevas voces de mujeres dentro del circuito. A continuación dejaremos una elección de cinco libros, sobre todo de voces no tan convencionales en la industria editorial de la producción literaria colombiana.
El Oráculo Térmico – María Antonia León
Hay debuts memorables en la literatura nacional, pero muy pocos con una apuesta tan visceral por el lenguaje como lo hace María Antonia León en esta novela. Por este trabajo ganó el Premio a Novela Corta Roberto Burgos Cantor y todo pinta a que seguirá consolidándose como una de las autoras más prominentes del circuito, ya que también ganó Premio Nacional de Libro de Cuentos Inédito Escrito por Mujeres del Ministerio de Cultura. Yendo a la obra en concreto, la trama desarrolla el deseo de no desear ser madre de una anti-heroína que se pierde en la búsqueda del sentido de su vida en un contexto en el que los únicos cuerdos parecen ser los que la sociedad denomina como locos. El relato transcurre durante la tragedia de Armero y toca fibras sensibles referentes a la violencia de género, la maternidad y el aborto desde una prosa desgarradora y poética, llena de metáforas potentes.
Sonido Seco – Diana Ospina Obando
Es la segunda novela de la también crítica de cine y tras una impactante recopilación de cuentos (Pasajeros en tránsito) en los que logró encapsular de manera casi que abreviada lo necesario, nos brinda este relato de largo aliento en la que la sororidad será importante. Sin embargo, el hilo conductor de esta historia va por cuenta del luto familiar. La premisa corta para antojar a los lectores la describe a la perfección la misma autora: “Tras la explosión de una bomba, a una mujer joven le introducen una arma en su abrigo sin que se dé cuenta”. No hay mejor detonante que invite a esta lectura.
Aranjuez – Gilmer Mesa
Después de su debut notorio con La Cuadra y la ratificación de su voz narrativa con Travesías, el antioqueño estrenó esta tercera novela que lleva el nombre del barrio que lo vio nacer. Más allá de los temas que pueda tener esta obra, lo más llamativo viene con la particularidad que hay en su prosa. Lo que Alcolirykoz encapsuló en formato musical con su más reciente álbum de estudio, Gilmer Mesa lo expande a su manera en la literatura mostrando la cruda violencia que se vive en el barrio, sin dejar de lado la belleza que puede pulular de ahí.
Solo Un Poco Aquí – María Ospina Pizano
Con Azares del Cuerpo ya venía generando un zumbido en el circuito de la literatura nacional debido la serie de relatos muy bogotanos con mujeres de protagonistas. Con Solo Un Poco Aquí, María Ospina nos intenta dar el punto de vista de la existencia desde la perspectiva de los animales. Hay perras, insectos y aves migratorias que transitan y opinan sobre los humanos. A través de esa mirada hay muchos cuestionamientos que nos surgen a medida de que se lee e interpelaciones que son imposibles de ignorar. Esta novela le valió a ella el Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz.
Lo Llamaré Amor – Pedro Carlos Lemus
Otro de los debuts importantes del año viene por cuenta del escritor barranquillero. Si lo que el lector busca es que le surjan preguntas sobre el desamor, acá puede encontrar un relato que se acomode a dicha pretensión. Aunque el relato transcurre con historias familiares explora el amor desde distintas connotaciones de una manera autobiográfrica. A pesar de las críticas que recaen sobre la tendencia que existe de la autoficción, este libro destaca más por la narrativa poética que tiene como eje al amor desde la perspectiva de pareja y familiar.
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