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Etiqueta: reforma laboral

La marcha popular, una ironía

Muy nostálgico resulta que, en pleno siglo XXI, Colombia siga atrapada en un debate  sacado de un capítulo de historia del siglo XIX. Las marchas populares, las reformas petristas, la oposición uribista y las eternas luchas entre derechas e izquierdas nos transportan a un pasado que, aunque debería ser lejano, sigue muy presente. Mientras el mundo avanza hacia la inteligencia artificial, la exploración espacial y la economía digital, nuestra dirigencia sigue enfrascada en las mismas ideas que surgieron cuando las máquinas de vapor eran lo más innovador del momento en plena Revolución Industrial, ese fenómeno que comenzó en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII y que, al parecer, nos dejó un legado dogmático tan pesado como una locomotora. Karl Marx, nunca se imaginaría que su Manifiesto Comunista de 1848 y El Capital de 1867, dos siglos después, seguiría vigente en los discursos políticos colombianos.

Es casi inverosímil que la reforma laboral petrista, con su propuesta de limitar la jornada laboral a las 6:00 p.m. e incluir recargos por horas extras, pretenda revivir las luchas del proletariado de Karl Marx en pleno siglo XXI. Mientras el presidente aboga por derechos laborales sacados de los sindicatos de la Revolución Industrial, ignora por completo a los futuros desempleados que dejará la actual Revolución Tecnológica. En un mundo donde la inteligencia artificial, los creadores de contenido  y la automatización desplazan empleos a velocidad vertiginosa, discutir si el día termina a las 6:00 p.m. suena más a nostalgia decimonónica que a una solución real para los desafíos del presente. ¿De qué sirve proteger las horas extras si no hay trabajo para millones que serán reemplazados por el robot y el software? Parece que, mientras el siglo XXI avanza, Petro sigue atrapado en las luchas del XIX, dejando fuera de la ecuación a quienes más lo necesitarán en la era digital.

 

Como respuesta encontramos que vuelve el realismo mágico presidencial para convocar al pueblo a una consulta popular y seguir debatiendo si la riqueza debe crearse primero y redistribuirse después. Aunque no todo es tan sencillo en esta aventura histórica, dicha consulta popular petrista es otro capítulo de esta novela decimonónica que parece no tener fin. Recordemos que Uribe intentó su referendo en 2003, Santos su plebiscito de paz, y Claudia López su fallida consulta anticorrupción. Ahora Petro intenta sumarse a esta tradición de mecanismos de participación ciudadana que, aunque bienintencionados, suelen chocar con la realidad de un umbral difícil de alcanzar. ¿No es acaso irónico que, en un país donde la participación electoral suele ser baja, se exija que más de 13 millones de personas salgan a votar para que una consulta tenga efectos?.

Mientras tanto, la oposición se frota las manos, esperando que Petro no alcance el umbral necesario, como lo dijo el expresidente Iván Duque: “Demostrémosles que no van a ser capaces de usarnos como idiotas útiles”. Qué ironía, un gobierno que busca más participación ciudadana se enfrenta a una oposición que, en lugar de debatir las ideas, prefiere que la gente no vote, de la misma forma que la oposición le archivó al presidente su reforma laboral sin debatirla, demostrando que las derechas e izquierdas se cortan con la misma tijera. Por un lado, el gobierno Petro se ahoga en el pantano legislativo, incapaz de sacar adelante su reforma laboral, que, por su aroma a siglo XIX, parece más un guion de telenovela histórica que una política laboral. Por otro lado, la comisión séptima del Senado, con su brillante idea de archivar el proyecto, le dio la “Papayita” al presidente para lo que realmente le importa: la campaña del 2026, y  se convierta, una vez más, en el protagonista de su propia novela.

Así, con la excusa de defender los derechos de los trabajadores y de paso su propia agenda, Petro convocó a marchas por todo el país para este 18 de marzo de 2025 amparado en la declaratoria de un día cívico (como lo hizo para su cumpleaños y el del M-19). Es irónico que, después de meses de no lograr mover ni una coma en el Legislativo, ahora sí tenga el poder de sacar a las calles todo su electorado? Parece que, en este juego de ajedrez político, el jaque mate no lo da la reforma, sino la movilización popular como un reflejo de que, aunque hayamos entrado al siglo XXI, nuestras ideas políticas siguen ancladas en el siglo XIX. Mientras tanto, seguiremos viendo este realismo mágico, cuando el mundo sigue avanzando y Colombia marcha, irónicamente, hacia otros cien años de soledad.

Luis Fernando Ulloa

Discusión de la reforma laboral obliga a reforzar medidas de seguridad en el Congreso de la República

Los ojos del país estarán puestos en la discusión del proyecto de reforma laboral en la Comisión VII del Senado de la República, en donde se decidirá la suerte del proyecto que hasta el día de hoy cuenta con 8 votos en su contra.

Por lo anterior, la mesa directiva del Senado de la República reforzó las medidas de seguridad en las instalaciones del Congreso de la República donde no se permitirá el ingreso de personas externas. La discusión en la Comisión VII se hará a puerta cerrada y solo ingresarán los medios de comunicación acreditados por la mesa directiva de esta célula legislativa.

 

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La reforma laboral cuenta con dos ponencias más, una del senador de la Alianza Verde, Fabián Díaz y otra de la senadora del Partido de la U, Norma Hurtado. Ambos textos se han visto como el salvavida del proyecto, sin embargo, se espera el cambio de postura de los ocho senadores que piden su archivo.

También esta la del Gobierno que tiene ponencia positiva y esta firmada por los senadores del Pacto Histórico.

Crueles intenciones

En diferentes ocasiones me di a la tarea de ver y escuchar las noticias que hacían ver que los estudiantes del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) se les estaría manipulando para que apoyen el proyecto de reforma laboral presentado por el Gobierno Nacional a consideración del Congreso de la República y que hoy se encuentra a punto de hundirse en la Comisión Séptima del Senado de la República.

Estas noticias daban a entender que los jóvenes que cursan diferentes estudios técnicos o tecnológicos estaban asistiendo a estas manifestaciones como una especie de gancho ciegos para presionar a los senadores de la Comisión Séptima del Senado donde se encuentra el debate de la reforma laboral.

 

Me sorprendió ver como mis colegas subestiman a unos jóvenes a quienes lo primero que se les enseña en el Sena es lo que significa el Contrato de Aprendizaje, lo que este contiene y su alcance, que es la razón por la cual ellos hicieron parte de la manifestación durante los días pasados.

Otra cosa es que ellos no sepan explicarlo ante un micrófono y una cámara de un noticiero porque no están formados para esto o porque no les gusta o les da pánico. No todas las personas cuentan con esa facultad, mucho menos unos jóvenes, en su mayoría estratos 1, 2 y 3 que ven en el Sena su única oportunidad para salir adelante.

Tener menos de 25 años no convierte a estas personas en un grupo de seres ingenuos que se dejan llevar por lo primero que le van diciendo. Por supuesto que ellos defienden su contrato de aprendizaje y están dando la lucha porque este quede en el 100% del salario mínimo como estaba antes de que, al entonces presidente, Álvaro Uribe Vélez, se le ocurriera la idea de reducirlo al 75% con la venia de senadores y representantes que apoyaron su gobierno.

Esta es la razón por la que ellos hacen parte de las manifestaciones que piden al Congreso de la República discutir y aprobar la reforma laboral, porque lo concerniente al Contrato de Aprendizaje es algo que los beneficia y en el cual tienen puestas sus esperanzas para ingresar a una etapa productiva como debe ser.

A veces me pregunto, a quienes o a que se les hace el juego con la intención de estas noticias y que al único que hacen daño es al periodismo porque le resta credibilidad en el público espectador.

Sí hablamos de manipulación de jóvenes, incluso menores de edad, ¿por qué no dicen lo mismo cuando los movimientos cristianos salen con niños y adolescentes a protestar por las políticas públicas que favorecen a la población LGBTI? ahí sí, calladitos todos.

Óscar Sevillano

Basta ya! La reforma laboral es un derecho, no una dádiva

Es la garantía de un trabajo justo y digno, donde el bienestar de las personas y una remuneración decente deben ser prioridad, no un favor que nos hacen

La reforma laboral es un derecho inalienable que debe ser defendido con uñas y dientes. Y en este punto, el pueblo debe hacerse sentir, porque en una democracia real, el pueblo manda. Pero aquí, los senadores –que se suponen son nuestros representantes– legislan para sí mismos y sus intereses mezquinos.

 

¿A quién representan entonces? ¿A quién obedecen? Porque con solo tres días de trabajo a la semana –pagados con los impuestos que nos exprimen a nosotros– ignoran, desprecian y pisotean la voz de un pueblo que exige condiciones laborales justas. ¡Nos ven la cara de tontos y ya no nos vamos a quedar callados!

Es increíble, indignante y cínico por decir lo menos, que el Senado –la máxima representación del pueblo– haya votado en contra de la reforma laboral. Sin estudio, sin debate, sin argumentos. ¡La votaron en contra y a las carreras, como quien esconde la mugre bajo la alfombra! Una puñalada a millones de trabajadores. Aquí expongo, de manera breve pero contundente, lo que contenía esta reforma y a quiénes afectan con esta traición.

El Código Laboral es la base que regula la relación entre trabajador y empleador, tanto en lo privado como en lo público. Esta reforma no era un simple ajuste: era una actualización urgente y necesaria. ¿Qué planteaba? Mejorar las modalidades de contratación: contrato indefinido, a término fijo, por obra o labor determinada. Establecía claridad sobre vacaciones y prestaciones sociales, que hoy se siguen robando en la cara de la gente.

También regulaba cómo y cuándo se puede terminar un contrato, imponía estabilidad laboral reforzada, indemnización justa por despido injustificado y sanciones por no pagar lo que es de ley. Era el mínimo que se necesitaba para frenar los abusos empresariales, para equilibrar un poder que históricamente ha aplastado al trabajador.

Esta reforma ponía en cintura los contratos basura disfrazados de prestación de servicios, esos que condenan a miles a vivir sin prestaciones, sin seguridad social, sin un futuro. Limitaba los abusos de las OPS y regulaba el juego sucio de las empresas temporales. Y no solo eso: revisaba la explotación con jornadas laborales sin fin, domingos y festivos a discreción del empleador, que trataba al trabajador como si fuera su esclavo. ¿Por qué se niegan a corregir esto? Porque no les conviene. Porque están cómodos en su pedestal. O porque muchos de ellos tienen bolsas de empleo, que con información intermedian la contratación.

Defendía los contratos de aprendizaje para que los jóvenes del SENA no sigan siendo carne de cañón en su primer empleo. Les daba una oportunidad justa y digna. Y regulaba el trabajo en plataformas digitales, donde los repartidores, esos que arriesgan la vida todos los días en la calle, son explotados brutalmente por empresas multimillonarias que no les ofrecen ni un seguro. Eso es esclavitud moderna, y el Senado decidió proteger al amo, no al trabajador.

La reforma también exigía transparencia en el uso de sistemas de vigilancia y algoritmos. ¿Te están controlando? ¿Te están despidiendo por lo que dice una máquina? Esta ley pedía ética, humanidad y sentido común. Para el trabajador rural, dignificaba el jornal y el contrato agropecuario. Terminaba con los contratos a destajo sin seguridad ni prestaciones. ¿Qué hay más justo que eso? Pero a los Honorables no les interesa la justicia.

Además, protegía al trabajador frente a la automatización salvaje. ¡Porque el ser humano debe estar primero! La rentabilidad no puede estar por encima de la vida, de la salud y de la dignidad de las personas. La reforma promovía la eficiencia energética con responsabilidad ambiental, cuidaba el agua y la salud de quienes día a día sacan adelante el campo y la industria.

¿Y qué decir de los migrantes? ¿De los deportistas? Ellos también son trabajadores. También merecen respeto, condiciones dignas y remuneraciones acordes al esfuerzo físico y mental que hacen. La reforma los reconocía y los protegía. ¡Pero no! Prefirieron echar todo eso a la basura.

Esta reforma laboral era un pacto por la justicia y la equidad, por un modelo que dignificara el trabajo en Colombia. No solo para generar riqueza, sino para cuidar al ser humano y al planeta.

Ahora el presidente nos llama a consulta popular. Vamos a opinar, vamos a decidir, porque ya basta de que unos pocos decidan por todos. Escribo esta columna para dejar constancia. Aquí estamos los que creemos en el país, en la dignidad de los jóvenes, en el reconocimiento de la maternidad como un trabajo que merece cotización, en el respeto a las mujeres, en los derechos de los “nadies”.

Por eso vamos por el SÍ en la consulta popular. Vamos por el SÍ a la democracia directa. Porque el pueblo manda. Así es, y quien lo entendió, lo entendió. Y quien no, venga, que aquí le explicamos con gusto.

Marcela Clavijo

Petro y Efraín Cepeda se vuelven a mostrar los dientes

El presidente de la república, Gustavo Petro, contestó desde su cuenta de X al presidente del Senado, Efraín Cepeda quien dijo en entrevista con la W Radio que si al consulta popular propuesta por primer mandatario, fracasa «el Gobierno queda desinstitucionalizado».

De inmediato el jefe de Estado contestó anunciando que se arriesga:

 

Los presidente del Senado y de la República, Efraín Cepeda y Gustavo, han sostenido fuertes enfrentamientos por las posturas que han tomado cada uno de los dos poderes.

Así reaccionaron los sectores políticos al llamado a una Consulta Popular

El anuncio del presidente de la república, Gustavo Petro, de convocar a una consulta popular para que los colombianos del común decidan la suerte de las reforma a la salud y la laboral, desde ya levantó la polémica entre los diferentes sectores políticos del país.

El primero en pronunciarse fue el representante a la cámara por el Pacto Histórico, Alejandro Toro, quien apoyo la idea del primer mandatario:

 

“La consulta popular es un instrumento legítimo. El pueblo será el que se pronuncie ante lo que una comisión le negó un trabajo digno a los colombianos al tumbar una reforma laboral”, afirmó.

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Para el senador del Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay, con la consulta popular se acaba el gobierno del presidente Gustavo Petro. Según el, en adelante el primer mandatario se dedicará a hacer política.

«Con la consulta popular se acaba el gobierno. Petro renuncia a ser Presidente y se dedica a la politiquería. Vamos a defender la democracia y vamos a enfrentar un gobierno dañino para el país», dijo el senador.

El senador liberal, Alejandro Carlos Chacón pidió no tener miedo al debate e invitó a los diferentes sectores políticos a dar el debate si la consulta es aprobada, «que sea el pueblo el que decida», escribió en su cuenta de la red social X.

Por su parte la representante a la cámara del Partido Alianza Verde, Catherine Juvinao, invitó al presidente de la república a abrir un diálogo nacional.

«Presidente, Ud. tiene herramientas para abrir un diálogo nacional e incluyente en el Congreso sobre la reforma laboral. Hágalo. Llamar a la violencia no puede ser el camino ni un mensaje que provenga de usted. El objetivo no puede ser incendiar sino lograr de verdad las cosas», escribió la congresista.

Ponencia de archivo amenaza a la reforma laboral

Un grupo conformado por ocho senadores integrantes de la Comisión Séptima radicaron una ponencia de archivo al proyecto de reforma laboral de iniciativa del Gobierno Nacional, al considerarla inconveniente para el país.

Los senadores firmantes de la ponencia son: Miguel Ángel Pinto; Alirio Barrera; Honorio Enríquez; Lorena Ríos; Berenice Bedoya; Esperanza Andrade; Nadia Blel.

 

Los congresistas consideran que el proyecto tal como está formulada, no genera empleo, no combate la informalidad y no concilia el bienestar de los trabajadores con la productividad del tejido empresarial colombiano.

“Esta decisión no es política, sino técnica y responsable, basada en el diálogo y la evidencia recogida de la ciudadanía. Desde la mesa directiva de la Comisión Séptima se darán todas las garantías para que el debate se realice con rigor, responsabilidad e independencia, protegiendo siempre los intereses de los colombianos”, afirmó la senadora Nadia Blel.

La reforma laboral debe permitir mayor acceso de colombianos a las cesantías

Las cesantías son una prestación social clave para los trabajadores, ya que les permiten contar con un respaldo económico en momentos de necesidad. Este ahorro obligatorio es fundamental para afrontar situaciones como la pérdida del empleo o la inversión en educación y vivienda. No obstante, en Colombia, un alto porcentaje de la población no accede a este beneficio debido a los elevados niveles de informalidad laboral, lo que limita su estabilidad financiera y su capacidad de planificación a futuro.

“Es importante aclarar que las cesantías no son un subsidio estatal, sino una prestación social a cargo del empleador, exclusiva para trabajadores con contrato formal. En el caso de los trabajadores informales, esta figura no es aplicable, ya que no existe un empleador que deba responder por este beneficio”, indicó Saida Quintero, directora del Área de Derecho Laboral de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario.

 

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Dado el alto índice de informalidad laboral, Quintero sugiere que la prioridad debe ser la generación de empleo formal, lo que permitiría a más colombianos acceder a prestaciones sociales como las cesantías y al Sistema de Seguridad Social. “Una reforma laboral que fomente la contratación formal es clave para reducir la informalidad, mejorar las condiciones de trabajo y garantizar los derechos de los trabajadores”, dijo la abogada.

Cesantías para un futuro financiero estable

Las cesantías representan un derecho fundamental para los trabajadores, brindándoles un respaldo económico en caso de quedar desempleados. Según Juan Carlos Díaz, jefe de Contratación y Nómina de la Universidad del Rosario, este beneficio equivale a un salario por cada año trabajado o a la fracción correspondiente del tiempo laborado, siempre que no se trate de empleados con salario integral.

Saida Quintero señala que estos recursos no se entregan directamente al trabajador, sino que son consignados anualmente en el fondo de cesantías al que esté afiliado. De esta manera, funcionan como un seguro de desempleo, proporcionando estabilidad financiera en momentos de necesidad.

La normativa vigente permite a los trabajadores retirar parcialmente sus cesantías durante la vigencia del contrato en circunstancias específicas, como la compra o mejora de vivienda propia o para financiar estudios de educación superior, tanto para ellos como para sus hijos.

Por su parte, la directora del Área de Derecho Laboral de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario recuerda que los empleadores tienen plazo hasta el 14 de febrero de 2025 para consignar las cesantías correspondientes al año 2024. Además, los empleados tienen derecho al pago de intereses sobre estas, equivalentes al 12 % anual del valor total, los cuales deben ser cancelados antes del 31 de enero de cada año.

Estrategias para una gestión eficiente de las cesantías

Clara Inés Pardo, profesora de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, enfatiza la necesidad de educar a los empleados en finanzas personales para aprovechar estratégicamente sus cesantías en proyectos que mejoren su bienestar a largo plazo. Ahorrar este recurso en lugar de retirarlo de inmediato puede proporcionar rentabilidad, estabilidad financiera y oportunidades de inversión en vivienda, educación o emprendimientos personales.

“Las cesantías no solo garantizan tranquilidad en caso de desempleo, sino que pueden convertirse en una herramienta para alcanzar metas personales y profesionales”, subraya la académica.

La planeación a largo plazo es fundamental para aprovechar al máximo las cesantías. Tomar decisiones informadas y evaluar las necesidades futuras puede convertir esta prestación en un soporte clave para proyectos personales, como la compra de vivienda o la financiación de estudios superiores, dijo Pardo.

En este sentido, Díaz enfatiza la importancia de evitar el gasto impulsivo. Es esencial adoptar un enfoque de ahorro consciente y evitar el uso inmediato para gastos no planificados. Destinar las cesantías a objetivos específicos puede marcar una gran diferencia en la seguridad financiera a largo plazo.

¿Qué hacer si el empleador no paga las cesantías?

Explica la profesora Saida Quintero que el trabajador puede acudir al Ministerio del Trabajo para que conmine al empleador a realizar el pago e iniciar un proceso judicial laboral, en el cual el juez podrá imponer sanciones al empleador por cada día de mora en el pago de las cesantías, según lo dispuesto en la Ley 50 de 1990.

Cabe señalar que las cesantías se pueden destinar a compra de vivienda, mejoras locativas o educación superior para el trabajador y su familia. En soluciones de vivienda, las cesantías pueden usarse para adquirir vivienda, mejorarla, liberar gravámenes hipotecarios o pagar el impuesto predial, con los documentos correspondientes. Como inversión en educación se pueden destinar para estudios superiores o técnicos, presentando el recibo de matrícula. Esto aplica para el trabajador, su cónyuge, compañero/a permanente o hijos.

Fabio Arias, presidente de la CUT, amenaza con un nuevo estallido social sino se aprueba la reforma laboral

Durante una audiencia pública de la Comisión Séptima del Senado en Cali, Valle del Cauca, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Fabio Arias., hizo fuertes críticas a las consideraciones de los empresarios al proyecto de reforma laboral.

«Los empresarios tienen que perder algo, por supuesto, y no es revanchismo, es que la riqueza se tiene que redistribuir. Colombia no puede seguir siendo un país cuyo honor es ser campeón de la desigualdad», afirmó.

 

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El líder sindical pidió a la senadora del Partido de la U, Norma Hurtado, no dilatar más la discusión del proyecto en la Comisión Séptima y atender las peticiones del sector trabajador, y advirtió que, de no escucharlas, los sindicatos llamarían a un nuevo estallido social.

«No puede haber más estallidos sociales, por Dios. Estamos otra vez recabando la misma situación. ¿Cuántas pérdidas se generan por el estallido social? Innumerables, y los empresarios nos la repiten cada vez. Pues bueno, a nosotros no nos gusta eso, pero si es la única opción que nos van a dejar, pues yo, Fabio Arias, presidente nacional de la CUT, convocaré nuevamente al estallido social», aseguró.

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El proyecto de reforma laboral hace trámite en el Senado de la República, donde los integrantes de la Comisión Séptima pidieron la celebración de audiencias públicas en diferentes ciudades del país con el fin de atender las peticiones los diferentes sectores de la sociedad.

Un régimen laboral del Siglo XX

“Colombia es un país rico donde insistimos en vivir como pobres”. Esta frase, que escuché recientemente, resume con claridad la paradoja de nuestras políticas laborales. Hoy, cuando más de 39 millones de colombianos están en edad de trabajar, 14 millones no participan en el mercado laboral, mientras otros 2,8 millones buscan empleo sin éxito. A esta cifra, se suman los más de 12 millones de trabajadores informales, obligados a sobrevivir con malabares, en lugar de contribuir plenamente al desarrollo de sus familias y del país.

En medio de esta realidad, el gobierno presenta una reforma laboral que, aunque promete avances, encarece y complica la creación de empleo formal. En lugar de solucionar el problema de la informalidad, lo agrava, promoviendo la lucha de clases y una hegemonía sindical politizada que amenaza con perpetuar la división social.

 

Por si fuera poco, desde la oposición se impulsa el Proyecto de Ley 459 de la Cámara, que busca modificar el código procesal del trabajo. Este proyecto, aprobado casi en silencio, limita las garantías de defensa para los trabajadores y reduce el alcance de las organizaciones sindicales.

El resultado de estas iniciativas es desolador: los trabajadores pierden al ser empujados a la informalidad y despojados de sus derechos de asociación y negociación; los empleadores pierden al enfrentar relaciones laborales conflictivas que limitan la generación de valor económico, social y ambiental. Y, sobre todo, pierde Colombia, atrapada en un paradigma obsoleto de confrontación social, en lugar de avanzar hacia la cooperación y el desarrollo sostenible.

Es urgente que el Congreso de la República actúe con responsabilidad, hundiendo estas propuestas y abriendo el camino para un régimen laboral digno del siglo XXI. Un régimen que responda a los retos de la cuarta revolución industrial, y que, mediante un compromiso sincero, ponga fin a la horrible noche de inequidad, para dar paso a una aurora de bienestar que podamos legar a las generaciones futuras.

Alejandro Ospina

Reforma laboral aumentaría el desempleo advierte informe de la San Buenaventura

Según un informe del programa de Derecho de la Universidad de San Buenaventura, sede Bogotá, la reforma laboral podría causar un efecto ‘boomerang’ en la generación de nuevos empleos para beneficiar a jóvenes.

De acuerdo con Alejandra Cuervo Ángel, docente de Derecho Laboral de la institución y autora del informe, las siguientes cinco razones explican la afectación que ocasionaría este proyecto de ley al empleo juvenil.

 

Golpe a las finanzas de las MiPymes

    Las micro, pequeñas y medianas empresas son las mayores promotoras de empleo juvenil. Según el reporte ‘Una Mirada a las Mipymes en Colombia de BBVA Research de 2024’, este tipo de compañías generan el 79 % de las plazas de trabajo (de 5 a 5.5 millones de empleos formales) y de ellas cerca del 65 % están ocupadas por jóvenes.

    “Si se tiene en cuenta el impacto negativo que tendrían por causa de la reforma laboral, por ejemplo, un incremento entre un 17 y 34 % de los costos no laborales, que las llevaría a restringir sus plantas de personal, se calcula, de acuerdo con la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), que se podría disminuir en más de un 50 % el empleo juvenil”, comenta Cuervo.

    Cambios en los contratos de los aprendices SENA

      Los jóvenes son quienes se beneficiarían de dicha regulación al contar con la aprobación de un contrato que se dividirá en dos etapas: una lectiva y otra práctica, con una duración máxima de 36 meses. En la fase teórica, recibirán el 60 % de un salario mínimo, y en la fase práctica, un sueldo mínimo, más prestaciones y seguridad social. Sin duda una buena noticia para esa fuerza laboral que hasta ahora empieza a contribuir a la economía nacional; no obstante, su costo para las empresas podría ser devastador. De hecho, según el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (FENALCO), Jaime Alberto Cabal, esta medida ocasionaría un aumento en los costos salariales hasta de $5 billones.

      Para Cuervo, “este punto representa un impacto negativo en el empleo juvenil e implica un incremento hasta del 50 % en la carga administrativa para los empresarios y un aumento entre el 20 y el 25 % en los costos adicionales de nómina. En otras palabras, si se tratara de nivelar costos, las compañías preferirían contratar mano de obra calificada en vez de jóvenes en etapa de aprendizaje”.

      Incremento anual del 8 % en el PIB para las MiPymes y emprendimientos

        Esto a raíz de que se aumentarían en aproximadamente un 30 % los costos operativos en estas empresas y como consecuencia se incrementaría de un 3 a un 5% el desempleo juvenil.

        “Los anteriores cálculos estadísticos corresponden al análisis que hicieron recientemente la Asociación Nacional de Industriales de Colombia (ANDI) y la Asociación Nacional de Comercio Exterior (ANALDEX), quienes advierten que esta iniciativa podría costarle a las empresas y emprendimientos un incremento anual en el PIB, lo que significaría un impacto negativo para el empleo de las nuevas generaciones. ¿La razón? “La aplicación de tecnologías emergentes como la Inteligencia Artificial (IA) y la automatización que, si bien son herramientas claves para mejorar la producción de las empresas, son también la causa de incentivos económicos lo suficientemente atractivos para que los empleadores sustituyan la fuerza laboral existente por herramientas más productivas a menos costo y que cumplen con las mismas funciones”, señala Cuervo.

        Reducción de la jornada diurna, que se extendería hasta las 7 p.m., aumentaría los costos laborales en un 9 %

          Actualmente la jornada ordinaria laboral termina a las 9 p.m., es decir que con la implementación de este nuevo articulado se reduciría en 2 horas. A esto se suma el incremento en un 100 % del pago de dominicales y festivos, lo que también pondría en serios aprietos a los empresarios.

          “Si bien este punto favorece el bienestar de los trabajadores también impone un aumento en el ajuste de los pagos de salarios que tienen que asumir las empresas, lo que causaría un incremento hasta del 9 % en los costos no laborales, motivando a los empleadores a realizar recortes de personal para nivelar sus finanzas, lo que ocasionaría un mayor desempleo juvenil y niveles más altos de informalidad”, agrega la docente de la Universidad de San Buenaventura, sede Bogotá.

          Licencias por incapacidad relacionada con síntomas asociados al ciclo menstrual (la menstruación)

            Si bien esta es una excelente noticia para el 52 % de la población colombiana, que está conformada por mujeres, pues mejora sus condiciones laborales, esto podría desestimular la generación de empleo femenino, pues para los empleadores no sería rentable contratar a mujeres debido a ese proceso de licencia del cual gozaría mes a mes, lo que ocasionaría un aumento en los costos no laborales entre un 8 y un 10 %.

            “La inclusión de la que habla la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, no sería entonces la premisa mayor, al contrario, ésta se utilizaría como un factor determinante en las empresas para elegir contratar a los hombres y apartar a las mujeres de dichos acuerdos, en especial por los costos no salariales más los otros que causarían la contratación de personal temporal. En otras palabras, para el empleador resultaría mejor vincular mano de obra que no tenga que ausentarse de su puesto de trabajo de forma permanente”, indica Cuervo.

            Finamente, la docente advierte sobre la preocupación que existe a raíz de eliminación de los artículos de la reforma que promovían la formalización del trabajo agropecuario y la exaltación del área rural, negándole la oportunidad a los jóvenes del campo a formalizar sus actividades diarias a través del reconocimiento de un contrato laboral y dejando en el limbo la posibilidad de crear medianas y pequeñas empresas que contribuyan a la comercialización de servicios para formar aliados estratégicos que quieran invertir en la economía colombiana.

            En contexto, vale mencionar que, a la fecha, luego que este proyecto de ley pasara por la Plenaria de la Cámara de Representantes, fueron aprobados 81 artículos. No obstante, aún le quedan dos debates: uno en la Comisión Séptima del Senado y otro en Plenaria de esa corporación. El plazo para que esta iniciativa sea aprobada y pase a sanción presidencial vence el 20 de junio de 2025.

            OIT pide a los sectores económicos en Colombia dialogar para enfrentar retos laborales

            Foto: Europapress

            El director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gilbert F. Houngbo, ha concluido este miércoles su primera visita oficial a Colombia tras intervenir en la sesión inaugural de la XXII Conferencia Interamericana de ministros de Trabajo (CIMT) de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

             

            Como parte de su visita, Houngbo se ha reunido con la ministra del Trabajo de Colombia, Gloria Inés Ramírez, así como con todos los representantes de las organizaciones de trabajadores (CUT, CGT y CTC) y de empleadores (ANDI).

            Durante estas reuniones, el director general ha hecho hincapié en la importancia de consultas tripartitas institucionales y eficaces entres todos estos actores. Estas consultas no son opcionales, sino un requerimiento basado en las Normas Internacionales del Trabajo.

            «Aliento a todas las partes a fortalecer la confianza y utilizar el diálogo social tripartito como medio eficaz para abordar a los desafíos que enfrenta Colombia. Las discusiones tripartitas genuinas, en las que el Gobierno, los representantes de los trabajadores y de los empresarios pueden expresar sus puntos de vista, pueden tardar en dar fruto», ha afirmado Houngbo.

            Además de sus reuniones nacionales, el director general también entabló conversaciones con el Consejo Sindical de Asesoramiento Técnico de la OEA (Cosate) y la Comisión Empresarial de Asesoramiento Técnico en Asuntos Laborales de la OEA (Ceatal), reforzando así el interés de la OIT por un diálogo social eficaz.

            En la inauguración de la XXII Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo (CIMT), el director general ha hecho hincapié en la apremiante necesidad de justicia social, empleo productivo y trabajo decente en las Américas.

            Houngbo ha subrayado que la región se enfrenta a importantes retos, como el desempleo, la informalidad generalizada y la profundización de las desigualdades, que amenazan la cohesión social. Para hacer frente a estos problemas, el director general hizo un llamado para renovar la atención sobre la creación de empleo formal, fomentar el crecimiento económico inclusivo y garantizar que los avances tecnológicos y la economía verde beneficien a todos.

            El director general ha subrayado además que el logro de la justicia social requiere una gobernanza sólida, un diálogo social integrador y el compromiso de eliminar las desigualdades y la discriminación.

            Finalmente, ha destacado la importancia de crear un mundo laboral justo mediante la participación activa de las organizaciones de trabajadores y empresarios, unas normas laborales sólidas y un enfoque proactivo para gestionar las transiciones en un mercado laboral en rápida evolución.

            Cámara de Representantes aprobó la reforma laboral

            La plenaria de la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de reforma laboral presentada por el Gobierno del presidente Gustavo Petro.

            El texto aprobado en segundo debate contempla el inicio de la jornada nocturna a partir de las 7 de las noche y contempla la jornada flexible para trabajadoras y trabajadores con responsabilidades familiares de cuidado, quienes tienen a cargo niños, adultos mayores, personas en condición de discapacidad o que tengan una enfermedad grave. Estas personas podrán acordar horarios o modalidades de trabajo flexibles.

             

            Además, se resaltan las medidas para los trabajadores de las plataformas de reparto, como el pago obligatorio de la ARL, sea un trabajador independiente o dependiente; y se mantiene vigente la posibilidad de suscribir contratos de trabajo por el tiempo que dure la realización de una obra o labor determinada, que deberá celebrarse por escrito y en él deberá indicarse, de forma precisa y detallada, la obra o labor contratada que se requiere atender.

            El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, celebró este avance de la Reforma Laboral, que ahora pasará a tercer debate en la Comisión Séptima del Senado.

            “Tenemos que reconocer la actitud de todas las bancadas para sostener diálogos en torno a los derechos laborales. La argumentación y las conversaciones argumentadas, permitieron acuerdos en torno al texto que impulsa una reforma social clave, como lo es la laboral”, aseguró el ministro Cristo.

            Criticas de Efraín Cepeda a la reforma laboral

            El presidente del Senado, Efraín Cepeda, lanzó fuertes críticas al proyecto de reforma laboral que se tramita en la Cámara de Representantes, porque según él, la iniciativa no ataca el desempleo.

            «¿Cómo así que una reforma laboral no genera empleo ni ataca la informalidad, sino todo lo contrario, como han advertido el Banco de la República y Fedesarrollo? No estoy con una reforma que atente contra el empleo de los colombianos, no quiero medio millón más de desempleados”, afirmó.

             

            Dijo además que de los 52 millones de colombianos, 40 millones están en la capacidad de trabajar y solo hay en el país 10 millones de trabajos formales.“Yo no estaría con una reforma que atente contra el empleo de los colombianos, no quiero medio millón más de colombianos desempleados que dispare la tasa de desempleo”, declaró.

            Cepeda recordó que desde meses atrás han propuesto un subsidio del empleo en empresas pequeñas, con estímulo a la contratación o con el trabajo por horas que es una posibilidad real.