El Instituto Colombiano de Antropología e Historia de Colombia –ICANH, le recordó al Alcalde de Popayán, Juan Carlos López, que no puede realizar ninguna obra de construcción, reparación o adecuación en los terrenos en el Morro de Tulcán, donde se encontraba la estatua de Sebastián de Belalcazar derribada en días anteriores por los indígenas Misak, sin antes contar con su autorización.
El mandatario local en días anteriores mostró interés en volver a colocar la estatua en el lugar, lo que despertó la oposición del pueblo indígena y generó un debate en el panorama nacional de lo que puede representar la obra para las etnias que en su momento fueron violentadas por el conquistador.
Al alcalde López ha manifestado en diferentes medios de comunicación que la intervención en el Morro de Tulcán, se debe a unas reparaciones que se estarían haciendo al terreno puesto que es inestable y que, por las aglomeraciones en la zona y las condiciones climáticas, se habrían ocasionado deslizamientos.
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