El director del FBI, James Comey confirmó que las agencias de seguridad de EEUU están investigando la intervención de Rusia en colaboración con la campaña de Trump durante las últimas elecciones.

Donald Trump ha recibido un golpe triple durante la comparecencia del director del FBI, James Comey, junto al de la NSA, Mike Rogers, ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes. La agencias de seguridad han confirmado que está en plena de investigación para esclarecer la presunta intervención de Rusia en la campaña electoral de EEUU, han desmentido que Obama espiara a Trump con las presumibles escuchas telefónicas y han negado las acusaciones de Trump sobre el supuesto fraude electoral.

«Estoy autorizado por el Departamento de Justicia para confirmar que, como parte de nuestra misión de contra-Inteligencia, el FBI está investigando los esfuerzos del Gobierno ruso para interferir en la elección presidencial de 2016, y que eso incluye cualquier relación entre individuos asociados con la campaña de Trump y el Gobierno ruso y si hubo alguna coordinación entre la campaña y los esfuerzos de Rusia», fueron las palabras de Comey, quien aseguró que el habitual proceder hablar sobre las investigaciones en curso «pero en situaciones inusuales de interés público puede ser apropiado».

De esta forma. el presidente o su entorno podrían verse afectados por esta investigación que puede tener consecuencias penales. Además, Comey y Rogers negaron tajantemente que existiera un presunto fraude en las últimas elecciones, en las que Trump denunció el voto de 3 millones de ilegales hacia la campaña de Hillary.

Por último, Comey se refirió a las supuestas escuchas teléfónicas de Obama en la Torre Trump. El director del FBI aseguró no tener «información de que lo apoye». Y añadió que «ningún presidente puede ordenar sin una orden judicial. Ningún individuo en EEUU puede autorizar ‘pinchazos’ sin una orden judicial»