El equipo norteamericano rompe con una sequía de títulos de 108 años y con una maldición que llevaba desde 1945, cuando un aficionado hechizó al equipo por no dejarle entrar al estadio con su cabra.

El mundo del deporte está plagado de supersticiones y cábalas. También de maldiciones que persiguen a equipos como una pesadilla. Es el caso de los Cubs, que rompieron con el triunfo de esta pasada madrugada antes los Cleveland Indians una sequía de títulos de 108 años.

Los Cubs no conquistaban un campeonato desde 1908, pero su sal comenzó un poco más tarde. Concretamente en 1945, cuando William Sianis, aficionado griego del equipo y dueño de una de las tabernas más populares de Chicago, la Billy Goat Tabern, decidió acudir al cuarto partido de la series mundiales que enfrentaba a su equipo con los Detroit Tigers. Pero Sianis no llegó solo al estadio. Iba acompañado de su cabra Murphy.

La sorpresa le sobrevino cuando uno de los empleados que se encontraba en las puertas del estadio, Olag Logan, no le permitió la entrada al recinto debido a las intensas quejas por el mal olor del animal. A Sianis no le quedó otra que abandonar el Wrigley Field con su cabra, la cual también su propia entrada. Ahí Sianis soltó una de las frases más lapidarias en la historia del deporte: «Los Cubs no volverán a ganar unas Series Mundiales». Por 108 años, acertó en su predicción.

La maldición se suma a otras conocidas como las de los 89 años sin títulos de los Red Sox, o el mal de ojo que Bela Guttman echó al Benfica. La cuestión es que en los Cubs intentaron por múltiples vías deshacerse de la sal sin éxito. Varios descendientes de Sianis probaron a asistir al estadio con nuevas cabras pero tampoco se fue la condena. Los Cubs ni siquiera llegaron a clasificar a la fase final en estos 108 años de hechizo.