En la celebración del Día Mundial de la Alimentación, las Naciones Unidas hace un llamado a los gobiernos de los diferentes países para buscar alternativas que reduzcan las cifras de hambruna en el mundo.

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Alimentación, la ONU manifestó la importancia de reducir los índices de hambre en el mundo, una acción que implica además la reducción de la pobreza y la generación de empleo para mejorar la calidad de vida de las comunidades más vulnerables.

Esta ocasión, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, recordó que la situación alimentaria mundial sigue siendo muy preocupante y que es inaceptable que en un mundo de abundancia cerca de 870 millones de personas padezcan hambre.

Por su parte, el director general de la FAO, José Graziano da Silva, recalcó que se cuenta con los medios para eliminar el hambre y la desnutrición, y que se necesita establecer un entorno propicio para que los pequeños productores aglutinados en cooperativas puedan aprovechar las oportunidades disponibles.

Según la FAO, 55 millones de niños padecen desnutrición aguda y 19 millones la padecen de forma severa.

Cada año mueren 3,5 millones de niños por desnutrición, cerca de 10.000 niños muertos al día.

El Director General de la FAO, José Graziano da Silva, manifestó este martes en medio de una reunión ministerial sobre el alza de precios de los alimentos que «es importante mejorar la gobernanza de la seguridad alimentaria. En el mundo globalizado en que vivimos, no es posible que un país tenga seguridad alimentaria por si solo».

Sólo uno de cada 10 niños desnutridos accede a tratamientos nutricionales brindados por los Gobiernos de diferentes paises.

9.000 millones de euros bastarían para tratar a todos los niños con desnutrición que hay en el mundo, según cálculos de Acción contra el Hambre.

Con el fin de acabar con los indices de desnutrición, la ONG Acción contra el Hambre lanzó la campaña mundial para acabar con la ‘dictadura del hambre’. La organización se inspiró en la película El gran dictador, de Charles Chaplin, que en su momento fue un alegato contra el totalitarismo nazi. En este sentido, la campaña denuncia los crímenes del hambre, que cada día mata a 10.000 niños y arrasa las esperanzas de futuro de millones de personas.