En su afán por no perder el control en las decisiones de la mesa directiva de la Cámara de Representantes durante el último año de esta legislatura, el Gobierno Nacional ha decidido jugársela por alguien que le garantice agilidad en los debates de los proyectos en los que tiene gran interés o que son de iniciativa propia.
El Ejecutivo parece haber puesto sus ojos en el representante a la cámara por el Valle del Cauca, Julián López, quien integra la bancada del Partido de la U y no es muy cercano a Dilian Francisca Toro.
López llegaría como una tabla de salvación para Gustavo Petro, quien está dispuesto a no permitir que se establezcan acuerdos para que el próximo presidente de la Cámara de Representantes sea alguien que no comparta sus posturas. Esto en el caso de que se fortalezca alguna candidatura que surja a última hora y que provenga de los sectores de oposición o independientes.
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