Maduro podrá ver a su pueblo morir de hambre, pero no le podrán faltar tanquetas con las que atacarlo. Henrique Capriles, líder político de la oposición, denunció la pasada semana la llegada al puerto de Carabobo de 150 tanquetas que el gobierno venezolano ha comprado a China. Un nuevo arsenal de carros blindados para castigar a sus ciudadanos.

«Atención: Arribaron hoy a Puerto Cabello -Carabobo, centro- procedente de China nuevas unidades y equipos para la represión del pueblo venezolano!», aseguró Capriles a través de una serie de mensajes en Twitter.

Son ya 73 días de represión en Venezuela en contra de la voluntad de un pueblo que reclama la democracia que ha ido minando el gobierno de Maduro. Al mandatario ya le importa bien poco la situación de su pueblo, su política lo único que pretende es agarrarse al poder, y si tiene que utilizar la fuerza lo hará sin dudarlo.

Además de esto, Venezuela le ha comprado al gobierno chino material de campaña para la represión por un valor aproximado a los 85 millones de dólares. En esta ordenanza adquirieron 522.600 uniformes de campaña, 240.000 overoles para la tropa, 60.000 chalecos antibalas y cascos de campaña