Llegan las anheladas vacaciones y la ITV corporal que hay que pasar antes de ponerse en biquini. Que si la hidratante, que si la mascarilla after sun, que si un serum para restaurar la piel de los rayos UVA. Pero casi nadie se acuerda del pelo, la oveja negra olvidada, que sufre tanto o más que el rostro los estragos del sol.

«Antes de bajar a la playa, piscina o darte una caminata bajo el sol no olvides aplicarte un buen aceite, bálsamo, loción, mejor en spray y no muy pegajoso que te proteja de los rayos ultravioleta, la sal, el viento, la arena… La tendencia son los elixires con aceite de argán, camelia, germen de maíz, aceites esenciales…», opina Michel Meyer, peluquero, estlista y gran conocedor del cabello.

No hay que olvidar el uso de la pamela, gorra, gorro, sombrero o visera incluso cuando estamos sentados en el chiringuito y la radicación atraviesa la tela de la sombrilla. Tampoco llevar peinados tirantes, trenzas, coletas con el pelo húmedo. Ni se aconseja llevar horquillas porque se recalientan y queman el cabello, ni gomas de pelo que lo quiebran y le hacen perder elasticidad. Fundamental aclarar el pelo con una buena ducha nada más salir de la piscina. El cloro reseca, altera el color, deshidrata y da opacidad al cabello. Además, puede darle un tono verdoso o amarillento.

Es más recomendable para el pelo en verano una dieta con muchas proteínas -que refuerzan la queratina- que con muchos hidratos de carbono. «Si no me gustan en ninguna estación, menos aún en verano: no a extensiones, mechas de colores, rastas. Sí a un pelo mojado simplemente cepillado hacia atrás», opina Meyer.

Bebe un litro de agua al menos al día para hidratar también el pelo y, si lo tienes muy encrespado puedes aplicarte mascarillas o serums anti frizz.

Tomado del Confidencial