Con una imagen cada día mas golpeada por la opinión, y sin que aun se logre palmar una crisis que parece mas del imaginario que de la realidad, el Congreso sigue su rumbo y hoy elegirá al nuevo Secretario General de la corporación.

Esta elección que cada 20 de Julio se hace como parte de un trámite sin mayores dificultades, se convirtió este año en un punto de honor entre una opinión influyente que sacó de la baraja al eterno Emilio Otero y un poder legislativo que puso la otra mejilla para calmar a la embravecida multitud.

Desde entonces, la elección del Secretario se convirtió en un proceso de multitudinaria lagartería entre los 119 aspirantes que desfilaron durante dos semanas por las oficinas de los 103 senadores buscando su voto.

De todos estos hombres y mujeres y transexuales que aspiran a ser quienes pongan la ultima firma en decenas de ordenes de compras, arreglos de carros, traslados de oficinas, jugosas contrataciones y organización de la administración del Congreso, dos llegan como favoritos para hoy, el día decisivo.

El primero es Gregorio Elijach, un abogado, payanés, que s sido el secretario de la Comisión de reordenamiento territorial y el segundo Emiliano Rivera, secretario de la comisión primera de la Cámara. Ambos cumplen con uno de los requisitos que pesan a la hora de competir por llegar al cargo

y es que han recorrido los a veces claros y anchos; y a veces estrechos y oscuros pasillos del capitolio con la Ley quinta debajo de su brazo. Es decir, que cuentan ya con un acumulado de experiencia que despeja el susto de los parlamentarios por la novatada en un cargo fundamental para el normal desarrollo de la actividad legislativa.

Los dos candidatos tienen claro algunos padrinos visibles para tener chance de ganar. Elijach tiene la mano sobre su hombro de Aurelio Iragorri, el tradicional político Caucano del partido de la U. Por su parte Emiliano, tiene tendencia liberal, pero ningún congresista lo acepta como ahijado, ha sido cercano al senador Samir Silva.

La de esta tarde, será una votación incierta porque los partidos políticos con asiento en el Congreso no hicieron candidato oficial a ninguno de los “finalistas” de esta especie de de “reality show”. O sea que lo que se verá esta tarde es lo que se llama una votación a “voto limpio”.

Pese a que la ley obliga a que ésta sea una votación cerrada, aun, el presidente del Congreso, el senador Roy Barreras no ha dado la ultima palabra sobre la forma como el legislativo asumirá la elección del nuevo secretario. Ante la presión de la opinión, cumplir el reglamento parece un nuevo intento de suicidio, pero no cumplirlo, es ilegal.

Así las cosas, sin acuerdos, con los nervios de punta y con la obligación de dar el paso para iniciar en serio, un periodo legislativo, los senadores tendrán al final de la tarde el reemplazo del ya célebre Emilio Otero que comienza a disfrutar las mieles del retiro