Ayer, durante el último debate para discutir las ponencias sobre la Justicia Especial para la Paz, el pueblo colombiano fue testigo de un vergonzoso comportamiento de varios senadores en el pleno de esa corporación, pues no hubo disposición para sacar adelante la reforma constitucional de la Justicia Especial para la Paz, que debe entrar al ordenamiento colombiano. El debate continuará el próximo lunes.

Fue evidente que la estrategia de la oposición fue dilatar; un 30 % de los senadores se declararon impedidos para votar la reforma constitucional. El presidente del Senado, Mauricio Lizcano, que también sostuvo un aireado intercambio de palabras con el senador Armando Benedetti (también de la U), decidió posponer la votación aduciendo el intransigente comportamiento de sus colegas. Difícilmente alcanzaron a estar más de 50 senadores de los 102 que integran la plenaria.

El senador Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical, sugirió que era muy extraño que no se hayan presentado impedimentos en los anteriores debates de las JEP. “Es un hecho novedoso, no ha ocurrido en ninguno de los tres debates anteriores esa solicitud de impedimentos, pero se presentaron en la plenaria del Senado, pero hay que prestar ese servicio”, señaló.

Juan Manuel Santos ya había pedido al más importante vocero de esa colectividad, Germán Vargas, el apoyo de sus senadores.

“Vicepresidente, espero que todos sus senadores de Cambio Radical estén firmes, allá en el Senado, depositando su voto por esta Jurisdicción Especial de Paz”, le manifestó Santos a Vargas Lleras.

El senador liberal Edinson Delgado, confirmó que su partido sigue comprometido con los temas de la paz en el Congreso de la República. Descartó cualquier tipo de fragmentación en su colectividad. “Ya se conoce la postura del partido de la oposición. Ellos, estratégicamente, toman unas decisiones de no participar en las plenarias y tienen todo el derecho de hacerlo cuando lo consideren necesario”.

Roy Barreras, senador por el partido de la U, le dijo a Confidencial Colombia que “lo que ocurrió ayer fue un asunto meramente de trámite. El proceso se torpedeó porque se citó tarde la sesión, por lo dispendioso de resolver los impedimentos de voto y, combinado con las 4 ponencias, así es muy difícil convocar el quórum”.

“La noticia es que se resolvieron todos los impedimentos, el camino está despejado para el lunes”, afirmó Barreras.

Sin embargo, el conservatismo definirá en dos semanas si se salen del gobierno tras las nuevas revelaciones de la Fiscalía por la supuesta financiación de Odebrecht, desde el Partido de la U les dicen que lo hagan para “ver qué tan machos son”.

Tras la posición del conservatismo, en otros partidos de la alianza del Gobierno se propinaron fuertes críticas. El senador y copresidente de la U, Armando Benedetti, expresó que se debe estar con el gobierno en las buenas y en las malas.

Lo cierto es que la fortaleza de la Unidad Nacional, la coalición de los partidos que apoyan al gobierno del presidente de la República, Juan Manuel Santos, estaría en duda tras el desplante de ayer. Este episodio demostraría que Santos perdió prematuramente las mayorías por cuenta de dos situaciones: el escándalo de Odebrecht y el inicio de una campaña presidencial que ha puesto a tambalear el respaldo de dos fuerzas fundamentales, Cambio Radical y el partido Conservador.