En vísperas del cuadragésimo aniversario del golpe militar y en medio de un escenario de protestas estudiantiles, un comunicado sin precedentes salió a la luz cuando la principal asociación gremial de jueces chilena, pidió perdón por las “acciones y omisiones” registradas durante los años de gobierno militar del general Augusto Pinochet.
La Asociación de Magistrados del Poder Judicial chilena declaró que los miembros “fallaron en su labor esencial de tutelar los derechos fundamentales” durante la dictadura de Pinochet entre 1973 y 1990. El comunicado dicta que ignoraron el sufrimiento de muchas víctimas que habían atendido a la Corte Suprema en particular para exigir justicia.
“Estimamos que ha llegado la hora de pedir perdón a las víctimas, sus deudos y a la sociedad chilena”, anunciaron los jueces.
Cuarenta años después del derrocamiento del gobierno socialista de Salvador Allende, fuentes chilenas describen que el anuncio de la organización de jueces marca un precedente en la difícil recuperación por el que la sociedad chilena ha tenido que pasar.
Durante los años de la dictadura de Pinochet, cálculos oficiales describen el fallecimiento de tres mil personas a causa de la opresión militar y jornadas de violencia e impunidad.
