Imagen de la campaña promovida por una congresista del Centro Democrático

La semana pasada la Honorable Parlamentaria (HP) del Centro Democrático, Margarita Restrepo, lanzó en Twitter una campaña de odio a la que denominó Bravucones Inconsistentes, con el lema “Los callaremos en las urnas”. En dicha campaña la Representante a la Cámara por el departamento de Antioquia, muestra la imagen de Claudia López, Sergio Fajardo, Humberto de la Calle e Iván Cepeda con una cinta gris oscura en forma de cruz tapándoles la boca.

Las imágenes son tan fuertes que evocan las épocas del terror paramilitar donde cualquier persona que pensara diferente era acallada, asesinada, amenazada, exiliada. Restrepo reconoció que la campaña era de su autoría y que no había sido consultada con el Partido. Sin embargo, desde el Centro Democrático no se han escuchado voces de rechazo a la misma.

Esta campaña no es más que un reflejo de la política del odio del Centro Democrático. Un partido con 39 Congresistas (20 senadores y 19 representantes a la Cámara) que se ha dedicado a no legislar. Van a los debates a poner trabas pero nunca votan ni a favor ni en contra, es decir, 39 Honorables Parlamentarios (HP´s) a los que les estamos pagando casi 30 millones de pesos mensuales por ir a calentar la silla (cuando asisten), tratando de camuflar el abstencionismo con oposición.

El Centro Democrático y ahora Cambio Radical, nos han enseñado que la abstención no sirve de nada. No han logrado ningún cambio en las votaciones del fast track, solo han vuelto más lento el proceso. No se legisla en Twitter ni en Facebook, se legisla participando en los debates y votando. De nada sirve salir a hablar de lo humano y lo divino por redes sociales cuando a la hora de votar se abstienen de hacerlo.

Esta campaña de terror debe tener un giro. Aceptemos la invitación de la Representante de callar en las urnas a los bravucones inconsistentes. Esos parlamentarios que en vez de hacer su trabajo se dedican a entorpecer el de los demás, esos que hicieron un proceso de paz con los paramilitares pero que atacan a todas luces el proceso de paz con las FARC, esos que se ganaron sus curules pero ahora están presos por corrupción o parapolítica, esos que profesan el odio y el terror como modus vivendi, esos que irrespetan a las instituciones y denigran del ejecutivo solo por no ser parte de este.

Los colombianos estamos cansados de la ley del terror, estamos cansados del odio exacerbado y las malas prácticas, de la corrupción. La forma que tenemos para prevenir que esto siga pasando es ejerciendo el derecho al voto. En las urnas castigaremos a los bravucones inconsistentes que tanto daño le han hecho al país para poder seguir construyendo un país donde el Ejecutivo y el Legislativo tenga una representación real del pueblo. No más Margarita Restrepo, Paloma Valencia, Maria Fernanda Cabal, José Obdulio Gaviria, Thania Vega, Álvaro Uribe, Fernando Londoño, Oscar Iván Zuluaga, Musa Besaile, Ñoño Elías, Rodrigo Lara, el clan Nader, Otto Bula, Antonio Guerra, Ciro Rodriguez, Plinio Olano por nombrar algunos.

Los tiempos han cambiado, ya no estamos en el gobierno de Uribe donde el DAS chuzaba líneas telefónicas a diestra y siniestra y había falsos positivos para “dar resultados” (ver directiva ministerial 029 de 2005). Ahora hasta una Honorable Parlamentaria (HP) puede hacer una campaña de odio en Twitter sin que le pase absolutamente nada, porque es libre de expresarse. Mantengamos las libertades que tanto nos ha costado conseguir.

Castiguemos con el voto a esos partidos y políticos que vienen desangrando al país y a los que solo siembran odio y no hacen su trabajo. El cambio está en sus manos y no hay mejor herramienta que el voto para acallar democráticamente a los bravucones inconsistentes.

Twitter: @Diana_Noguera

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