Este 2014 que termina ha sido un año en el que los desastres naturales han tenido un protagonismo secundario en relación a años pasados. Un 2014 que no tuvo como protagonista a ningún tsunami de consideración o erupción volcánica masiva.

La erupción del volcán Ontake en Japón mató decenas de turistas y escaladores. La tragedia ocurrió en el mes de septiembre y la ceniza del volcán terminó aislando a los habitantes de la región.

Mayo fue testigo de una avalancha de lodo en la región de Badakhshan, Afganistán. El alud sepultó la población de Abi Barik y cobró la vida de cientos de personas e hizo que 700 familias fueran evacuadas.

La zona costera y de frontera de Chile fue víctima de un terremoto de 8.2 grados en la escala de Richter. El sismo dejó 6 muertos y al menos 900.000 personas tuvieron que ser evacuadas. Además, generó alerta de tsunami en el pacífico. Este sismo fue acompañado por cientos de réplicas que generaron zozobra en la zona.

En marzo, un alud dejó 8 muertos cerca de Arlington, en el estado de Washington. Además, esta tragedia dejó decenas de desaparecidos.

El volcán hawaiano Kilauea siguió arrojando lava desde el mes de junio pero fue hasta octubre que llegó al poblado de Pahoa. El volcán dejó devastada la región.

El famoso parque nacional Yellowstone fue escenario de un gigantesco incendio forestal. La conflagración arrasó 161.000 hectáreas de bosque y puso en riesgo los suministros de agua y luz del estado de California.