En la AFA están convencidos de que la sanción a Messi debería ser rebajada en términos legales. El portal Infobae ha publicado los informes que invitan al optimismo en el caso, y que confirman que el castigo al astro argentino ha sido excesivo. En estos se ve claramente como ninguno de los colegiados se consideró agraviado por los insultos del argentino.

Estos informes dejan malparados a los integrantes del Comité de Disciplina de la FIFA, ya que se confirma que han obrado erróneamente en el caso. Este tipo de castigos solo puede llevarse a cabo a instancia de uno de los perjudicados y precisamente este es un punto que no señalaron los árbitros en las actas del partido.

Los informes:

Del árbitro principal Sandro Meira Ricci:

«No escuche ningún lenguaje ofensivo de parte de Messi o ningún otro contra mi persona, aparte de las quejas normales de los jugadores (especialmente levantando las manos). Si hubiese escuchado cualquier palabra ofensiva, habría actuado conforme a las reglas del juego».

Del primer asistente Emerson Augusto do Carvalho:

«Después de que pitase una falta cometida por Messi, que estaba junto a mí, al final del partido, vi que se quejaba contra dicha falta levantando sus manos y diciendo algo que en ese momento no entendí. Solamente después, a través de Ia prensa, entendí que se trataba de un insulto».

Del segundo asistente Marcelo do Carvalho:

«No escuché ningún lenguaje ofensivo de Messi…»

Del tercer asistente Dewson Freitas da Silva:

«No he oído nada en relación con este hecho. Después del inicio del partido estuve fuera del campo de juego. Y saludé a mis compañeros cuando ya estaban camino al vestuario. Ninguno me habló del tema».

Como se puede comprobar en estos informes, ninguno de los árbitros hace referencia a que los insultos de Messi fueran dirigidos a ellos. La AFA en su petición de alegación incluso aporta datos que justifican su enfado por el castigo. Según ellos, los videos que se han aportado como pruebas son a cámara lenta y con subtítulos en los que no participó la AFA.

«De dichos vídeos se desprende que el oficial, en pleno diálogo con Messi, apoya su mano en la cabeza del jugador en una conducta casi paternal. Actitud que no tendría para nada una persona que se ha sentido ofendida», explican en su alegato.

Esta petición va en la misma linea que la de Messi quien negó rotundamente haber insultado a los árbitros, aunque sí admitió haber mantenido una conversación amigable con el asistente: «El cual al ser de nacionalidad brasileña y estar a escasos centímetros de mí entendía perfectamente lo que yo decía, a tal punto que hemos conversado de forma amigable». Y añade: «Incluso si no hubiese entendido mis palabras, podría haber consultado al comisario del partido o al resto de los árbitros y si no lo hizo es porque entendió que la misma no merecía informe alguno».

Por esto en la AFA se muestran seguros de que la rebaja tenga efecto. Razones no les faltan y más aún después de que los colegiados no ampliaran su informe cuando se les requirió antes de comunicar la definitiva sanción que le impuso a Messi.