Noticias, Confidencial, Colombia, Bogota,Cali, Medellin, Buses viejos no salen de las calles

El chatarrizar el 100 por ciento de los buses viejos que circulan por la ciudad ya tienen un retraso de 2 años. Para culminar la completa implementación del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) aún hace falta intervenir el 41% de estos buses.

Según datos de TransMilenio, para la fecha en Bogotá transitan 4.877 buses del Transporte provisionales del SITP (tienen una cinta a los costados), que cubren 134 rutas y movilizan cerca de 1’600.000 capitalinos al día. Esto evidencia un retraso de dos años en cuanto al Plan de Desarrollo vehicular que se busca implantar en la capital del país.

Para que pueda funcionar este sistema provisional, anualmente el Distrito lo brinda un apoyo cercano a los 700.000 millones de pesos.

La empresa SITP es consciente de que de no completar la chatarrización incurriría en una competencia desleal en la calle con el Transporte Público Colectivo (TPC).

Por otra parte, para el mes de septiembre del presenta año, se dio a conocer que la situación financiera de los operadores del SITP no era la más óptima, pues según las as cifras que dieron los socios operadores del sistema, la deuda con los bancos podría llegar $3,5 billones. Todo, según ellos, por la mala programación de las rutas (a cargo de Transmilenio), la demora en la implementación al 100 % del sistema y la competencia de los buses tradicionales. Argumentan que, esas dificultades también son percibidas por los ciudadanos cuando ven muchos buses vacíos de una misma ruta, mientras los buses que tiene mayor concurrencia de pasajeros pueden demorar más de una hora.

Así mismo, los constantes accidentes pueden reflejar el mal mantenimiento de los automotores. Explican los operadores, que debido a que ya nadie les fía repuestos, ha sido necesario alargar la vida a varios vehículos que debían estar fuera de servicio.

A esta situación de la implementación total del sistema, se le presenta un inconveniente con Coobús y Egobús, dos de los nueve concesionarios que hacían parte del SITP, los cuales nunca entraron en labores, dando terminación a sus contratos hace unos días por parte de la Superintendencia de Sociedades, justo después de que TransMilenio declaró el incumplimiento por parte de estas empresas.

Añadido a lo anterior, TransMilenio aseguró que en el marco del Artículo 78 del Plan de Desarrollo de la actual Alcaldía, la Administración tiene como prioridad brindar solución a los propietarios de buses afectados por Coobús y Egobús, con el fin de garantizar la total culminación del TPC, para dar inicio a las nuevas gestiones del SITP.

Antes de la decisión de la Superintendencia, los operadores que cubrían las rutas de Usme (Coobús y Egobús), solicitaron a Transmilenio terminar el contrato de mutuo acuerdo y que este último se encargara de la operación. Tal solicitud basada en que no tienen dinero para continuar.

Dentro de las circunstancias más complejas que dan demora a la total erradicación de estos vehículos, está que algunos propietarios no han querido entregarlos al sistema para su debido proceso y otros carros no se pueden chatarrizar por tener circunstancias jurídicas.

Según Daniel Páez, docente de la Universidad de los Andes y director del Grupo de Estudios en Sostenibilidad Urbana y Regional (SUR). “Estos carros producen el 30 por ciento de las emisiones contaminantes de la ciudad y el no sacar estos vehículos significa primero tener muy mala calidad del aire; segundo, se genera una desconfianza por parte de los inversionistas, ya que el sistema tiene un mal servicio, por los buses viejos”.

El problema del SITP es tan grande que al preguntarle a Alexandra Rojas, gerente de TransMilenio, sobre el estado del sistema, aseguró que lastimosamente el deterioro es tan inmenso y la realidad jurídica es tan difícil que no se puede en unos pocos meses mejorar algo que lleva acumulado por años.

Asimismo, Daniel Páez dice que tal implementación fue un mal negocio, pues lainadecuada planeación hizo que los operadores no tuvieran ingresos suficientes para poder comprar los buses y esto generó un ciclo vicioso de deudas.

TransMilenio, por su parte, ha señalado que aún no se sabe si se abrirá una nueva licitación para suplir a los dos concesionarios o por el contrario estas rutas les serán entregadas a los otros siete operadores.

La chatarrización está a cargo de los operadores, según los contratos del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP). Cabe recordar que la administración anterior había dispuesto 200.000 millones de pesos como mecanismo de liquidez (en calidad de préstamo) para que operadores avanzaran con la chatarrización.