La reclamación del consorcio integrado por las constructoras China Railway First Group, China Harbour Engineering Company y Corsán Corviam, filial de Isolux Corsán, ha dado resultado; al menos, temporalmente.

Porque el Gobierno de Panamá decidió este viernes suspender la adjudicación del contrato de construcción de la Línea 2 del Metro de la capital a la española FCC y la brasileña Norberto Odebrecht hasta que concluya «el proceso de reclamo», según informó el organismo en un comunicado. El proyecto está valorado en 1857,7 millones de dólares (1.683 millones de euros).

El consorcio hispano-chino, llamado Panametro, arguye en su reclamación que el comité de evaluación de la propuesta técnica participaron el rector de la Universidad Tecnológica de Panamá, Óscar Ramírez, y el ingeniero Agustín Arias, de la secretaría del Metro. Cuestiona que ambos fueron años atrás consultores de las firmas que integran el consorcio ganador. En concreto, Ramírez trabajó para Odebrecht entre 2009 y 2012, mientras que Arias hizo lo propio en FCC durante el año 2009, de acuerdo las explicaciones que dio el miércoles un portavoz de Panametro.

Metro de Panamá tiene ahora dos días hábiles (hasta el 25 de mayo) para trasladar el expediente a la Dirección General de Contrataciones Públicas de Panamá, al que le corresponde analizar los argumentos y pruebas presentadas por los reclamantes para validar la decisión de la adjudicación o bien ordenar una nueva evaluación de las propuestas, señala Europa Press.

FCC y Odebrecht se adjudicaron las obras de la Línea 2 del Metro de Panamá con una puntuación de 855,99 puntos, muy por encima de los 770,33 puntos del consorcio formado por las constructoras chinas y Corsán-Corviam y de los 736,98 puntos del grupo integrado por Dragados (ACS), la mexicana ICA y la peruana Graña y Montero.

FCC y Odebrecht, que han construido la Línea 1 del Metro de Panamá, recibieron las notas más altas tanto en la parte técnica como en la económica. No obstante, su oferta, de 1.857,7 millones de dólares (1.683 millones de euros), es sustancialmente más elevada que los 1.667,8 millones de dólares (1.512 millones de euros).

El presupuesto de FCC y Odebrecht es incluso superior al establecido por Metro de Panamá, que ascendía a 1.818,6 millones de dólares (1.648 millones de euros). En el fondo de la reclamación del consorcio hispano-chino subyace, precisamente, esta diferencia en el precio ofertado, máxime cuando en la construcción de la Línea 1 FCC y Odebrecht incurrieron en sobrecostes por más de 600 millones de dólares (544 millones de euros) y que «nunca fueron sometidas a licitaciones públicas», según denunció al conocer la contratación la plataforma Movimiento Independiente de Panamá (Movin).

Las críticas a la elección de FCC y Odebrecht se vertieron incluso desde el propio Gobierno de Panamá. La vicepresidenta y canciller Isabel Saint Malo de Alvarado reflejó en Twitter, tras hacerse pública la adjudicación, «la necesidad de revisar las leyes de contratación pública».

Tras la resolución de Metro de Panamá, el consorcio hispano-chino, si no está conforme, puede presentar una impugnación ante el Tribunal Administrativo de Contrataciones Públicas adjuntando las pruebas y una fianza de 227 millones de euros, equivalente al 15% de su propuesta económica.

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