Deseosos de alcanzar la «igualdad de derechos» con respecto a las parejas heterosexuales, Andrew Wale y Neil Allard, tras siete años de estar juntos y ligados hasta ahora una unión civil, decidieron unirse en matrimonio tan pronto entró en vigencia la Ley de Matrimonio para parejas del mismo sexo.

«Me siento afortunado por vivir en un país donde los derechos humanos y la igualdad van en la misma dirección y en una ciudad con una impresionante historia de tolerancia e inclusión», dijo Wale a medios de comunicación.

La ley británica, una de las más permisivas de Europa, ha autorizado a las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio no sólo en los ayuntamientos y edificios civiles, sino en los templos religiosos que lo autoricen.

Aunque la Iglesia Anglicana no se suma a esta iniciativa, ha suavizado su postura. El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha pedido tolerancia a sus feligreses. «La Iglesia ha reaccionado aceptando completamente que esto es la ley y debería demostrar el sábado con palabras y acciones el amor de Cristo por todos los seres humanos», declaró Welby al Mundo.es, ante de la previsión de actos de boicot a los matrimonios entre homosexuales.

Escocia aprobó su propia ley y está previsto que se incorpore a finales de año.