El hurto y el homicidio en Bogotá en tiempos de Claudia López

Durante la campaña del año 2019 por la Alcaldía de Bogotá, la entonces candidata por el partido Alianza Verde, prometió ser la jefa de la Policía en la ciudad y que además haría temblar a la criminalidad.

Más adelante, cuando se posesionó en el cargo tras ganar las elecciones pudo darse cuenta de que el alcalde de una ciudad, municipio o departamento, no es necesariamente es el jefe de la Policía del territorio que gobierna y que su función en este caso, es el de coordinar los temas seguridad y convivencia para lo cual debe articular las acciones de su administración con instituciones como la Policía, la Fiscalía y también si es posible, con los municipios vecinos y el departamento que corresponda.

Fue así como Claudia López al inicio de su administración puso al frente de la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia, al experto en estos asuntos, Hugo Acero, quien se retira al año para ser reemplazado por Aníbal Fernández de Soto, quien luego de una labor coordinada con la Policía decide hacer un alto en el camino, y es entonces cuando llega el actual secretario, Óscar Gómez Heredia, con quién termina su período, el que ella misma reconoce que en esta materia los resultados no son buenos.  

La última encuesta de percepción ciudadana del programa Bogotá Como vamos de la Cámara de Comercio de Bogotá, revela que 6 de cada 10 bogotanos aseguran sentirse inseguros y que el problema de inseguridad aumentó durante la administración de Claudia López.

Del total de los ciudadanos encuestados por Bogotá Como Vamos (1.500), el 52,4% aseguró sentirse inseguro; el 27.9% dijo no sentir inseguridad ni seguridad, y tan solo el 19, 7%, respondió que la seguridad en la capital es buena.

De todos los delitos que se cometen en Bogotá, el atraco callejero es el que más preocupa a los ciudadanos. De acuerdo con este estudio, en el año 2023 aumentó un 65,6% el miedo en la población por cuenta del hurto en los diferentes barrios de la capital. En el 2022 las estadísticas marcaban el 65,3% y en el 2021 un 59,8%.

De acuerdo con la Policía Metropolitana de Bogotá, en el año 2023 se registraron 131.189 hurtos a personas en la capital del país; 5991 menos que en el año 2022, cuando la cifra llegó a su pico más alto (137.189).

La administración de Claudia López recibió la ciudad de manos del exalcalde, Enrique Peñalosa, con un registro en las cifras en hurto callejero para el año 2019 de 127.833, según la Policía Metropolitana de Bogotá.   Estas presentaron una reducción significativa en el año 2020 (83.130), época en la que hubo menor comisión de este delito por ser el tiempo de confinamiento general al que obligó la pandemia del Covid 19.

Fuente: Policía Metropolitana de Bogotá

El celular es el elemento favorito de los dueños de lo ajeno en Bogotá, quienes han hecho de este delito toda una empresa criminal, que incluso preocupa a diferentes directores de Policía de América Latina, quienes anunciaron durante el pasado encuentro internacional de Directores de Policía, celebrado en el mes de noviembre en la capital del país, la creación de un trabajo conjunto para enfrentar el problema.

En el último año de Enrique Peñalosa la cifra llegó a ubicarse en 61398, llegando a presentar una leve baja en los primeros doce meses de la Alcaldía de Claudia López (49249) durante la pandemia del Covid 19.

En Bogotá, según la Policía Metropolitana, entre los años 2022 y 2023, se presentó una mínima reducción de robos a celulares, aun así, el número continúa siendo alto.

La Policía de Bogotá se organizó en coordinación con la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia para hacerle frente a este delito en la ciudad, logrando capturar a los responsables de estos hechos, sin embargo, algunos de estos fueron dejados en libertad por errores en el procedimiento en el momento de la judicialización o porque la víctima no instauraba la respectiva denuncia.

Fuente: Policía Metropolitana de Bogotá

Claudia López tuvo varios enfrentamientos con la rama judicial a quien culpó por dejar en libertad a quienes cometen este delito en Bogotá, que durante el último cuatrienio presentó mayores cifras de violencia durante la comisión del hecho, llegando a incluso a asesinar a las víctimas.

“El problema es cómo están interpretando la ley los jueces y los fiscales, la manera como la están aplicando, y también algunas disposiciones que tiene la ley y que se deben cambiar. La interpretación de la ley siempre debe favorecer a la víctima, no al victimario”, dijo en su momento la alcaldesa.

De inmediato se desató un enfrentamiento entre el Distrito y los jueces por la decisión que estaban tomando algunos de estos, de dejar en libertad a quienes estaban dedicados a robar celulares en Bogotá, además de la presencia de venezolanos en estos hechos, muchos de estos sin permiso de residencia en Colombia, lo que hizo más difícil su judicialización.

Cifras de la Policía Metropolitana de Bogotá, indican que entre el último año de Enrique Peñalosa (2019) y el último de Claudia López (2023), un total de 6428 venezolanos han sido capturados en la ciudad por hurto a personas.

Las cifras indican que el número de capturas de ciudadanos venezolanos en el año 2022 por temas de hurto callejero, se redujeron, aumentando de nuevo en el año 2023.

Los homicidios se disparan en la ciudad

El control de zonas en Bogotá donde opera la criminalidad como lo son el sector de María Paz, El Amparo, Bella Vista y Patio Bonito en la localidad de Kennedy, algunas zonas de Bosa, lo mismo que algunos lugares en Ciudad Bolívar, el Barrio Santa Fe en el centro de la ciudad, desató una guerra por el control del negocio del microtráfico en la capital del país, que trae consigo otros delitos como el tráfico ilegal de armas, trata de personas, préstamos gota a gota, etc. Esto disparó los homicidios, que en algunos casos se presentaban con descuartizamiento de cuerpos que eran abandonados en bolsas de basura.

Estos hechos obligaron a Bogotá a reconocer de manera pública, la presencia de organizaciones criminales, algo a lo que las alcaldías anteriores se negaron aceptar, muy a pesar de que la aparición de cadáveres en bolsas es un hecho que se venía dando desde la administración de Gustavo Petro y de manera ocasional, se dio también durante el segundo período de Enrique Peñalosa.

Fue entonces cuando la alcaldesa Claudia López confirmó la presencia en Bogotá de la organización criminal transnacional conocida como, Tren de Aragua, además de la banda Los Camilos y los Satanás, quienes libraron una guerra a muerte en Bogotá por el control de territorios.

El sicariato tuvo su pico más alto en Bogotá en los años 2021 (453) y 2022 (431), algo que solo puede ser comparable con la época de Pablo Escobar.

Para enfrentar este fenómeno la alcaldesa, Claudia López, invitó al departamento de Cundinamarca y al municipio de Soacha a trabajar en conjunto con Bogotá para atacar de manera conjunta los fenómenos de inseguridad que atraviesa la ciudad. Fue así como la Policía durante el actual período logró capturar a 1995 personas por el delito de homicidio, quienes fueron judicializados,  y puestos en manos de un juez por la Fiscalía General de la Nación luego de establecer el delito y su pertenencia a una de las bandas criminales que operan en la capital del país.

De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación entre los años 2019 (último de Enrique Peñalosa) y el 2023 (último de Claudia López), se han identificado un total de 995 organizaciones criminales con presencia en Bogotá.

El trabajo articulado entre la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia de Bogotá, la Policía Metropolitana de Bogotá y la Fiscalía General de la Nación ha permitido la captura y desarticulación de muchas de estas bandas, algunas de estas se encuentran en prisión domiciliaria y otras están con prisión intramural.

Fuente: Fiscalía General de la Nación

A pesar de los esfuerzos que se hizo desde la Alcaldía de Bogotá en coordinación con la Policía Metropolitana y la Fiscalía General de la Nación, durante estos últimos cuatro años por reducir el hurto callejero y la tasa de homicidios en la ciudad, el objetivo no se ha logrado y es la administración de Carlos Fernando Galán quien debe buscar soluciones en el corto y mediano plazo.

Al respecto la politóloga, Laura Bonilla, considera que el alcalde electo Carlos Fernando Galán, debe quitar los temas de convivencia a las funciones de vigilancia que ejerce la Policía en Bogotá, esto con el ánimo de liberar de responsabilidades a los uniformados para que así atienda asuntos más urgentes como el hurto ciudadano.

Así mismo, Bonilla recomienda una mayor articulación con la Fiscalía General de la Nación para que el trabajo que hace la Policía para capturar al delincuente no se pierda por cuenta de errores en el procedimiento que permite que este sea dejado en libertad.

Por último, la analista dice que es necesario implementar con urgencia el centro de analítica que articule los datos de las diferentes entidades y se tomen decisiones rápidas.

El también analista, Fernando Rojas, estima que el alcalde electo, Carlos Fernando Galán, debe analizar si la manera como se ha abordado la compra y venta de drogas ilegales en Bogotá ha funcionado y así mismo crear estrategias que permitan abordar el tema y solucionarlo en el corto y mediano plazo.

Termina entonces la Alcaldía de Claudia López, quien no pudo reducir los problemas de inseguridad en Bogotá, especialmente el hurto callejero y el sicariato e inicia la de Carlos Fernando Galán, quien deberá no solo reconocer que el problema persiste, sino que además debe buscar soluciones para que el crimen organizado que se ha tomado sectores como El Amparo, María Paz, Patio Bonito, Bella Vista, la localidad de Bosa, Ciudad Bolívar, Engativá y Suba, no termine por generar un mayor caos en la ciudad.