Han pasado cinco días. 120 horas desde que España se enfrentase a uno de los mayores incendios internos en su historia y lo sofocase a base de pases, toques y buen juego. La selección no venció, pero convenció ante Portugal y el 3-3 dejó buenas sensaciones en la mayor parte de un equipo que comenzaba el Mundial 2018 con polémica, pero que se ha confirmado como uno de las favoritos tras la primera jornada.

Los resultados de sus, a priori, rivales directos han ayudado. En un Mundial plagado de sorpresas, España tiene en sus piernas la opción de seguir al frente. Pero delante tendrá un bombón que se le puede convertir en bombazo. Pese a que Irán, en un principio, era el rival más sencillo del Grupo B, los partidos de la primera jornada le han colocado como líder en solitario.

Con un conjunto donde su nombre más reconocible se sienta en los banquillos, Carlos Queiroz, los asiáticos están más cerca que nunca de la mayor gesta de su historia. Ante Marruecos aguantaron todas las embestidas africanas y en el descuento lograron el único tanto del choque.

Una táctica que tratarán de imitar ante la selección, con el conocimiento de la gran diferencia que existe entre españoles y marroquíes. Ahí estará el gran problema de ‘la roja’, creerse demasiado superiores en una Copa del Mundo donde lo lógico no es lo real. La obligación de ganar, y golear, será el gran enemigo de España en el Kazán Arena.

Para enfilar el pase a octavos de final, Fernando Hierro repetirá el once del debut con la única duda de la recuperación de Carvajal. El lateral derecho se ha entrenado junto al resto de sus compañeros, pero llega de una inactividad de casi un mes. De esta forma, el reafirmado De Gea liderará un esquema con Carvajal, Piqué, Ramos, Jordi Alba, Busquets, Koke, Iniesta, Silva, Isco y Diego Costa.

Delante, Queiroz intentará volver a puntuar con Beiranvand, Ezatolah, Pouraliganji, Hosseini, Hajsafi, Ebrahimi, Jahanbakhsh, Masoud, Amiri, Ansarifard y Azmoun.

A la 1:00 PM (hora de Colombia) desde Kazán, España busca reafirmarse como candidata al título. La victoria encarrilaría la siguiente ronda, el empate dejaría todo abierto pero a un equipo muy tocado y la derrota significaría la eliminación. La selección ante su peor rival, la confianza. Confirmarse… o morir.