¿A cuánto está el kg de humo?
- «Lo que las grandes compañías no quieren que sepas» –
- «Lee esto antes que lo eliminen de esta red» –
- «Si este post llegó a ti, no es por casualidad» –
- «Comenta la palabra HUMO y te envío un link» –
En tiempos de mercaderes de la IA y Redes Sociales, formar criterios es más urgente que nunca. Como creativos, publicistas y estrategas; tenemos una responsabilidad que va más allá de entregar campañas creativas, efectivas o piezas memorables. Tenemos el casi deber de formar criterios. De educar, inspirar y proteger a los nuevos talentos de la industria que amamos. Esta es la única forma de hacer una industria más interesante, feliz y próspera para todos.
Hoy, cualquiera se declara experto, influencer, conocedor o referente de lo que sea. Todo parece funcionar si lo recomienda el algoritmo. Los hooks, hacks, trends… se repiten como mantras sin alma. Pero ¿Dónde quedó el pensamiento?
¿Dónde quedó el concepto? ¿Dónde quedó el sentido común?
La llegada inexorable de la Inteligencia Artificial y el poder amplificador de las redes sociales han democratizado la creatividad, sí. Pero también han diluido el criterio. La masa se ha perdido en la superficialidad de todo.
En esta tormenta perfecta, los #VENDEDORESDEHUMO prosperan, se venden ellos, su iluminación y hasta sus métodos o fórmulas de éxito; eso sí, sin piedad, sin veracidad, sin ética alguna, sin importarles nada; lo que sea por un seguidor más, un like, otra interacción, lead y la vida misma por una conversión.
Por eso, más que nunca, hay que ser más humanamente inteligentes. Más que nunca, hay que cuestionarlo todo. Más que nunca, hay que enseñar a pensar. No se trata de rechazar la tecnología. Se trata de no rendirse ante ella y quienes la manipulan indiscriminadamente o de forma inescrupulosa.
No se trata de ignorar las tendencias. Se trata de no abrazarlas solo porque
“funcionan”.
La creatividad —la verdadera— sigue siendo el antídoto más poderoso contra la estupidez colectiva. Las ideas con concepto, criterio y propósito siguen siendo nuestra mejor defensa ante la vaciedad que nos rodea.
Formar nuevos talentos no es enseñarles a seguir el ritmo del algoritmo. Es enseñarles a hacer su propio camino. Porque en esta industria, como en la vida, el libre albedrío es el único brief que vale la pena responder.
Si esto resuena contigo, compártelo. Si estás formando nuevos talentos invítalos a pensar. Y si estás en esta industria por las razones correctas, que se note en cada idea que defiendes, en cada intervención, en cada cosa que haces y dices.
Carlos Rusconi
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