Estoy seguro de que si me doy a la tarea de preguntar a un grupo de cien mujeres que se encuentren entre los 15 y los 30 años de edad, ¿Qué canciones prefiere?, ¡si las de Pipe Bueno o Maluma?, noventa y nueve me dirán que Maluma, hecho que desde mi punto de vista resulta bastante contradictorio frente a la petición de respeto hacia el género femenino que ellas mismas predican día tras día.

Resulta bastante extraño e incompresible que en lugar de protestarle a un joven cantante que en sus letras asegura que para él es una obsesión tener a la mujer en la cama; que la desea siempre y cuando este sexi; que en una de sus canciones les llama “bandida”, etc., más bien le aplaudan, le pidan fotos, repitan los coros de sus discos y entren en pánico cuando le ven. ¿Puede ser esto coherente con un discurso en el que exigen se les respete y se les deje de mirar como objeto sexual?

Si por lo menos hubiese algo de correspondencia con la exigencia del respeto que piden hacia ellas, con toda seguridad sus gustos se inclinarían más por las letras de Pipe Bueno que de las Maluma, porque el primero le canta al amor y el segundo se inspira en el sexo con las mujeres, lo cual me parece demasiado injusto con las personas que por lo menos en nuestro país, han recibido la peor parte no solo en las rutinas del día a día tanto en el trabajo como en sus hogares, sino también que han sido sometidas a los peores tratos de parte de las guerrillas y los paramilitares, y que hoy por hoy los sigue recibiendo.

Es ahí donde no entiendo en dónde queda la famosa “solidaridad de género” entre las mujeres, y sobre todo como es posible que ellas mismas repitan las letras de una serie de canciones que las pone en la cama y no precisamente con intenciones románticas, y lo que es peor, que se derritan por quien las interpreta.

¿Será posible que las mujeres que se dedican a repetir las letras de Maluma no alcanza a dimensionar lo que significa para ellas que un hombre les cante “Te convertiste en mi adicción ven y calma esta obsesión, que me matan las ganas de tenerte en mi cama” y lo que es peor, que alguien les diga, “Y yo no quiero ni saber su nombre, solo quiero una oportunidad, mucho menos quiero ser tu hombre, solo matar la curiosidad”

¿Puede ser esto romántico?; ¿Se puede prestar para una relación seria?; ¿Puede gustarle a una mujer que le dediquen esta serie de canciones?. Esto no puede ser coherente en una sociedad que cuando se entera a través de las noticias de que determinada persona abusó sexualmente de una mujer, pronuncia un discurso en el que muestra su desprecio por este tipo de actos que degradan al sexo femenino. Si tanto lo aborrecen, no entiendo cómo es que se celebra y se aplaude este tipo de incitación a mirarlas como un objeto sexual.

No puede ser que con el argumento de estar a la moda con las canciones y los géneros nuevos, y por dejarse llevar por el físico de una persona que sale en los escenarios interpretando letras inspiradas en el morbo sexual que sienten algunos hombres, que no son poquitos aclaro, se llegue al punto de ser complaciente con este tipo de letras, que pueden tener un ritmo pegajoso, pero que no por esto se deben aceptar.

También me pregunto si al intérprete Maluma, le gustaría que les dedicaran las letras de sus canciones a las mujeres que le son cercanas. No me imagino por ejemplo, como reaccionaría el cantante si descubre que le dedican sus letras a su señora madre o a su hermana por ejemplo. O será más bien, que él no piensa que tiene mamá y que ella también es mujer, y que por lo tanto puede sentirse ofendida con lo que dice cada vez que sale al escenario.

Está bien que los géneros musicales impongan una moda, eso es indiscutible, pero lo que no está bien es que tras esto lleguen alabanzas al morbo y a los vejámenes sexuales, y lo que es peor, que sean precisamente las personas del género que se compromete en estas letras, quienes las celebren y aplaudan y de paso vuelvan un ídolo a su interprete.