Este martes era el regreso de la UEFA Champions League con un par de cruces de los octavos de final. Liverpool visitaba al Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano, estadio que lo vio campeón de la edición pasada del certamen.

Sin embargo, el equipo inglés a pesar de ir invicto en el torneo local, vio cómo los dirigidos por Diego Simeone le perdieron el respeto y salieron a atacarlos desde el primer minuto del partido.

Fue tanto el asedio de los españoles, que al minuto 4 ya iban ganando. Saúl Níguez fue el encargado de abrir el marcador después de una serie de rebotes en el área precedidos de un tiro de esquina.

De ahí en adelante, Jürgen Klopp y sus dirigidos lucieron algo desconcertados. Sin opciones claras y muy cerca de recibir un segundo gol, los ingleses lograron irse al descanso perdiendo por la mínima diferencia.

«Estoy contento y creo que hemos conseguido una magnífica victoria»

En el segundo tiempo Liverpool cambió y fue más propositivo con un par de cambios. La entrada de Divock Origi por Sadio Mané, y Alex Oxlade-Chamberlain por Mohamed Salah volvieron más dinámico al equipo.

La dinámica en el funcionamiento no se tradujo en goles y fue poco el peligro generado. Finalmente, Atlético de Madrid supo aguantar un resultado que le permite soñar con los cuartos de final con la importancia de haber ganado sin recibir goles en la localía.

«Seguimos trabajando partido a partido. Siendo nosotros mismos como siempre, haciendo un trabajo inmenso. Ellos tienen jugadores muy rápidos arriba sobre todo en las bandas y teníamos que tapar los huecos estando muy juntos. Me siento cómodo, estoy contento y creo que hemos conseguido una magnífica victoria», dijo al finalizar Saúl Ñíguez, autor del gol del juego.

Ahora resta el partido de vuelta que será en Anfield el próximo 11 de marzo. Todavía nada está escrito, pero bien es cierto que un gol de visitante para los españoles, pondría en serios problemas a los ingleses.

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