La ciudad de Málaga, a través de su Ayuntamiento, ha formalizado este sábado su renuncia a ser sede del Mundial masculino de fútbol de 2030, a rebufo de una reunión mantenida por el alcalde Francisco de la Torre con directivos del Málaga CF y con muchos de sus peñistas para tratar el futuro del Estadio de La Rosaleda.
Junto con el vicepresidente de la Diputación, Cristóbal Ortega, y el delegado de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Carlos García, De la Torre dio una rueda de prensa tras esa reunión con el Málaga CF y representantes de las peñas malaguistas y de la grada de animación.
«Después de todo este encuentro y de estas inquietudes compartidas creemos que lo más responsable, lo prudente, lo sensato hoy es renunciar a la candidatura de la ciudad de Málaga al Mundial«, ha dicho De la Torre porque «si el Mundial supone un riesgo para el club y supone un problema para la afición, no merece la pena continuar».
«Hoy por hoy, insisto, lo prudente, lo sensato, lo inteligente, lo que demuestra de verdad pasión por la ciudad, cariño por la ciudad y pasión por el club es renunciar al Mundial», ha sostenido, al tiempo que ha subrayado el alcalde para luego matizar que «no pasa nada» por haber tomado esta decisión; «lo digo sinceramente, lo digo así».
También ha agregado que «igual que antes hemos luchado por él y hemos luchado y conseguimos estar en la lista, hoy por hoy, lo que no podemos es que haya problemas, que la ciudad no cumpla y que el club pierda capacidad en el escenario del Estadio de Atletismo».
De la Torre ha recordado que, cuando se planteó la candidatura al Mundial, se hizo como «un mecanismo de adelantar en el tiempo lo que algún día hay que hacer, que es tener un estadio de fútbol como la ciudad y la provincia de Málaga necesitan y merecen».
No obstante, el regidor ha subrayado que «si crea problemas y si hay al final que elegir entre el Mundial y el club, nosotros elegimos el club, la afición». «Estamos con el Málaga CF y estamos con la afición», ha agregado y ha incidido en que «esto es un sentimiento compartido de las tres administraciones», ha recalcado De la Torre.
De igual modo, el alcalde ha asegurado que «queremos que el Club vaya a más y no haya el menor problema, la menor dificultad para que el Málaga pueda aspirar, no solo hasta Segunda, sino subir a Primera, llegar lo más alto posible». Por tanto, según ha agregado, «cualquier tema que pudiera perjudicar esas aspiraciones legítimas de la afición y del club, nosotros lo tenemos en cuenta».
El mundial era un medio no un fin en sí mismo
«Málaga es una ciudad y la provincia también con una potencia, con una fuerza y una visibilidad que el Mundial le añade poco y si el Mundial crea problemas a la afición, al club y, por tanto, a la ciudad y a la provincia, no es bueno hacerlo. Eso no lo considero un fracaso, en absoluto», ha apostillado De la Torre.
Así, ha reiterado que el Mundial «era un medio, no un fin en sí mismo». Y ha dicho que plantearse ser sede era el «mecanismo» de tener «más rápido» el nuevo estadio. «No podrá ser efectivamente para el Mundial, pero será. Y ese compromiso es firme», ha sostenido, al tiempo que ha recordado ser «propietarios del estadio» y «por tanto» también «responsables» de «hacer frente» si el aforo «es insuficiente».
Ha añadido que, por otra parte, puede ocurrir que la propiedad actual «cambie» y que se «venda a una persona, a un grupo, que tenga solvencia, seriedad, honestidad, compromiso, amor al fútbol y entienda que esta ciudad, esta provincia puede tener uno de los mejores equipos de España, de Europa y del mundo». En ese sentido, si ese propietario le interesa comprar el estadio y abordar proyectos «nosotros encantados, yo siempre he dicho estar dispuesto a vender la parte que corresponda nuestra». No obstante, ha dejado claro que «mientras seamos propietarios, somos responsables de que el estadio esté bien y funcione».
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