Después del confinamiento que el mundo tuvo por cuenta de la pandemia del COVID-19, son varias las personas que han optado por aventurarse con actividades al aire libre en diferentes destinos que se prestan para disfrutar de la naturaleza. Además de descubrir nuevos paisajes, muchos buscan estar en contacto con otros seres vivos para dejar de lado la cotidianidad que traen las obligaciones diarias.
No es coincidencia que como consecuencia del confinamiento hayan aumentando los diagnósticos de salud mental en las personas. La búsqueda de actividades al aire libre viene siendo tendencia desde entonces y el turismo en ambientes de biodiversidad está en su mejor momento. Colombia como destino ofrece varios atractivos entre los que se destaca la flora y fauna del Amazonas.
Debido a la variedad de ecosistemas que ofrece el país es viable que muchas personas decidan emprender recorridos por varias zonas. De hecho, en Latinoamérica se ha venido fomentando la actividad turística relacionada con la naturaleza. A lo largo y ancho del territorio regional se pueden llevar a cabo distintas prácticas que pueden ser tranquilas o también de carácter extremo para alimentar el espíritu aventurero de cada persona.
Por ejemplo, en Tamarindo (Costa Rica) se puede disfrutar de un safari en barco; también están las excursiones en barco que se llevan a cabo en Iguazú para poder ver las cataratas desde Brasil, Paraguay o Argentina. Pero en otras latitudes se destacan la práctica de deportes acuáticos o paracaidismo en Wanaka (Nueva Zelanda); y si lo que se busca es un ecosistema desértico las dunas de Swakopmund (Namibia) son un atractivo perfecto, además de la biodiversidad acuífera que ofrece sus playas.
Actividades para disfrutar de flora y fauna
Entre las tendencias que han repuntado últimamente se mantienen prácticas de antaño como acampar al aire libre en zonas remotas. En caso de que el destino sea el de la selva amazónica, se han adecuado varios santuarios animales y parques especializados para poder ejercer esta actividad.
Sin embargo, hay otro tipo de prácticas que se pueden hacer a la vez que se disfruta del paisaje, la flora y la fauna que ofrece este tipo de ecosistemas selváticos. Lo más común es encontrarse con caminatas guiadas. Uno de los aditivos que ofrece este espacio sería la oportunidad de poder compartir con otras comunidades de nativos indígenas y aprender de sus saberes y conocimientos.
Otra de las tendencias que ofrece el turismo de naturaleza actualmente es el avistamiento de diferentes tipos de especies dependiendo el ecosistema. Uno de los grupos más notables que ha tomado cierta visibilidad últimamente son los pajareros que se reúnen en espacios específicos para avistar diferentes tipos de aves.
También hay actividades en las que los aventureros podrían llegar a entrar en contacto con especies como monos silvestres, pero también en ecosistemas concernientes al río o al mar con el avistamiento de delfines o ballenas.
Siempre que se quiera entrar en contacto con otra especie es recomendable hacerlo con expertos, no solo por prevención, sino para poder aprender de estos animales sin causarle un daño a su hábitat o su subsistencia. Lo mismo sucede cuando lo que se quiere es disfrutar de bañarse en ciertos ríos o atravesar bosques.
Para los ecosistemas de montaña hay otro tipo de actividades que podrían considerarse extremas para los aventureros más arriesgados como las escaladas, pero también ofrece otras actividades más tranquilas como el senderismo, que últimamente se ha incrementado a lo largo del mundo. Para alimentar el espíritu aventurero se puede fomentar este tipo de turismo, pero siempre teniendo en cuenta la responsabilidad sostenible.
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*Foto: minambiente.gov.co