Convivir con una mascota, bien sea un perro o un gato, en casa se ha convertido en una práctica muy común en los hogares, donde estos seres pasan a ser un miembro más de la familia a quienes se les brinda afecto y se los rodea de comodidades.
Sin embargo, por muy bueno que sea para ellos el darles amor y cariño, es necesario además conocerlos y comprender su manera de actuar. Lo anterior para tener muy claro que les agrada y que no les agrada. Lo anterior hace que mejore la convivencia y el entendimiento entre el ser humano y las mascotas, muchas veces a través de la comunicación no verbal, la creación de rutinas saludables y el ambiente adecuado para su bienestar.
En el caso de los perros, es necesario conocer las razones de las diferentes reacciones que este suele tener, como por ejemplo estornudar, bostezar excesivamente, lamerse los labios, mirarte fijamente a los ojos o ponerse rígido.
Los gatos, en cambio, no suelen mostrarse muy afectuosos al conocer a una persona, un hecho muy normal en ellos. Estos suelen evitar y rehuir a quienes no conocen, especialmente sí se trata de gente ruidosa e incluso que quieren cogerlos.
El tiempo de adaptación de un felino suele tardar más que el de un perro e incluso las demostraciones de afectos con sus tenedores demoran un tiempo en hacerse evidentes. Los felinos suelen ser más independientes, muchas veces, optan por un estilo de vida más solitario en estado natural.
Hay personas que comprenden a sus mascotas y conocen cada una de sus actitudes y su manera de actuar. Sin darse cuenta, llegan a practicar lo que se conoce como ‘Etología’, que es la ciencia que estudia el comportamiento de los animales, especialmente los de compañía.
Esto hace que las personas sepan cuando su perro o gato se encuentra molesto, inquieto, nervioso, a gusto, que quiere y que no quiere, quienes de los que lo rodean son de su agrado y quiénes no.
}De esta manera, es fácil saber cuándo nuestra mascota quiere jugar, y los momentos en que se mostrará confiada y cariñosa. También en el caso de los perros se podrá identificar las razones por las que alza su pata para tocarte alguna parte del cuerpo, quiere que le prestes atención e interactúes con él.
Así mismo se puede saber los motivos que le llevan a lamer tu mano e incluso tu rostro, sí está tratando de saludarte e incluso de transmitir su cariño y lealtad. También puede hacerlo para llamar la atención.
También se podrá comprender las razones que lo llevan a mostrarse agresivo en algunos momentos.
En lo que tiene que ver con los gatos, se podrá comprender que estos no nos ven como referentes, tal y como lo hacen los perros, sino como miembros de su comunidad o familia, y que su manera de demostrar cariño a sus tutores será muy parecida a las formas con que expresan aprecio hacia otros gatos.
Para concluir, no importa el animal que nos sirva como compañía, de igual manera debemos aprender a conocerlo y tener muy claro que no es lo mismo convivir con un gato, perro o cualquier otra mascota, siempre y cuando estos sean para la convivencia diaria con el hombre.