La Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP27, ha terminado este domingo en Sharm-El Sheik (Egipto) con un acuerdo que la ONU califica de “histórico” y “decisivo” para proporcionar financiación de pérdidas y daños a los países más afectados por el cambio climático y que supone un “testimonio de la voluntad colectiva”.
En el plenario de clausura de la COP27, su presidente, el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, ha valorado el trabajo “logrado” en las últimas dos semanas y celebra que los resultados que se han alcanzado de manera conjunta son “un testimonio de la voluntad colectiva, como comunidad de naciones, de expresar un mensaje claro que resuena con fuerza hoy, aquí en esta sala y en todo el mundo”.
“La diplomacia multilateral sigue funcionando… a pesar de las dificultades y los retos de nuestro tiempo, la divergencia de opiniones, el nivel de ambición o la aprensión, seguimos comprometidos con la lucha contra el cambio climático… estuvimos a la altura de las circunstancias, asumimos nuestras responsabilidades y tomamos las importantes decisiones políticas decisivas que millones de personas de todo el mundo esperan de nosotros”, ha defendido.
Por su parte, el secretario ejecutivo de Cambio Climático de la ONU, Simon Stiell, considera que el resultado “histórico” hace avanzar porque beneficia a los más vulnerables de todo el mundo.
“Hemos determinado el camino a seguir en una conversación que ha durado décadas sobre la financiación de las pérdidas y los daños, deliberando sobre cómo abordar los impactos en las comunidades cuyas vidas y medios de subsistencia han sido arruinados por los peores impactos del cambio climático”, ha celebrado.
La COP27 ha concluido casi dos días después de lo previsto, como ocurrió en la COP25 de Madrid, con decisiones como mantener el objetivo de limitar la temperatura global en 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales al final de siglo, lo que según la ONU refuerza la acción de los países para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los efectos inevitables del cambio climático, además de impulsar el apoyo a la financiación, la tecnología y la creación de capacidades que necesitan los países en desarrollo.
Sobre la creación de un fondo específico para pérdidas y daños, la Convención Marco de Cambio Climático observa que marca “un importante punto de avance” al añadirse el tema a la agenda oficial y adoptarse por primera vez en la COP27 y elogia la “decisión innovadora” tomada por los gobiernos para establecer nuevos acuerdos de financiación, además del fondo específico, para ayudar a los países en desarrollo a responder a las pérdidas y daños.
En ese sentido, los gobiernos también acordaron establecer un “comité de transición” para hacer recomendaciones sobre cómo poner en marcha los nuevos acuerdos de financiamiento y los fondos en la COP28 del próximo año. Se espera que la primera reunión del comité de transición tenga lugar antes de finales de marzo de 2023.
Por otro lado, las partes han acordado poner en marcha la Red de Santiago para pérdidas y daños, con el fin de canalizar la asistencia técnica a los países en desarrollo que son especialmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático.
Para la ONU, otros avances “significativos” han llegado en materia de adaptación, dado que los Gobiernos pactaron la forma de avanzar en el Objetivo Mundial de Adaptación, que concluirá en la COP28 y servirá de base para la primera Evaluación Global.
Durante la COP27 se han prometido también nuevas contribuciones por un total de 230 millones de euros al Fondo de Adaptación y se ha pedido al Comité Permanente de Financiación de ONU Cambio Climático que prepare un informe para duplicar la financiación de la adaptación que se pueda considerar en la próxima cumbre, la COP28 que se celebrará el próximo año en Emiratos Árabes.
No obstante, en la COP27 se ha expresado una “gran preocupación” por que los países desarrollados no han cumplido su promesa de movilizar en 2020 hasta 100.000 millones de dólares anuales para adaptación por lo que se les ha pedido cumplir este objetivo y a los bancos multilaterales de desarrollo y a las instituciones financieras internacionales que movilicen financiación para clima.
La Cumbre celebrada en la ciudad balneario de Sharm-El Sheik ha reunido a más de 45.000 participantes procedentes de gobiernos, empresas, ONG, pueblos indígenas, comunidades locales, las ciudades y la sociedad civil, incluidos jóvenes y niños.
Por primera vez los jóvenes han tenido un mayor protagonismo en las Cumbres Climáticas y el Secretario Ejecutivo de ONU Cambio Climático ha prometido urgir a los Gobiernos a que escuchen las soluciones y propuestas de los jóvenes y que les incorporen en los procesos de toma de decisión y elaboración de políticas.
En Egipto los jóvenes contaron por primera vez en las Cumbres del Clima con un pabellón para infancia y juventud, así como del primer Foro del Clima dirigido por jóvenes.
Stiell ha destacado que hay una serie de hitos por delante y ha animado a “tirar juntos, con determinación, a través de todos los procesos, ya sean nacionales, regionales o de otro tipo”. Así, ha adelantado que en la COP28 de Emiratos Árabes Unidos se hará por primera vez un balance de la aplicación del Acuerdo de París, los progresos y si los objetivos están adecuados.
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