En esta segunda temporada de lluvias los fenómenos hidrometeorológicos, conocidos comúnmente como ciclones tropicales, tormentas, granizadas, aguaceros, nevadas, heladas, entre otros, pueden afectar a las comunidades y los ecosistemas en las diferentes regiones del país. Así lo dio a conocer el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, quien hizo un llamado a los ciudadanos a estar atentos frente las alertas que emite el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), aún más en esta temporada decembrina.
Estos eventos extremos inciden en gran medida en las comunidades, especialmente a las que se encuentran asentadas en sitios de alto riesgo como laderas de montaña y riveras de los ríos. Por ejemplo, si hay asentamientos en zonas inundables, las personas son más propensas a perder su patrimonio o sus cultivos; de igual manera, si se ubican en zonas inestables, eventos como derrumbes y avenidas torrenciales pueden poner en riesgo sus vidas y las de sus familias.
Para el sector de infraestructura, la red vial también puede verse afectada por deslizamientos, ya que debido a los derrumbes que se presentan, colapsan las carreteras. Esto impide que las poblaciones puedan acceder a atención médica y extraer y recibir sus productos agrícolas para la venta y consumo, entre otras actividades.
En casos puntuales como las granizadas, los agricultores, principalmente pequeños productores, pueden perder sus cultivos. Estas condiciones junto con los vendavales afectan sus hogares dejándolos sin techo.
Por otra parte, los fenómenos hidrometeorológicos también afectan los ecosistemas, así como la sobreexplotación del suelo y los recursos, la deforestación, el incorrecto uso del recurso hídrico, la contaminación, la extracción minera y muchas otras actividades desarrolladas por el hombre en varias zonas del país que no resultan sostenibles ni amigables con la naturaleza. En el caso de los eventos que se presentan por las lluvias, que son parte del ciclo hidrológico y del equilibrio natural, muchas veces hacen que estos se conviertan en amenazas para las comunidades.
“Una comunidad informada está preparada y sabe cómo reaccionar ante un evento extremo. En la medida en que tanto las comunidades como las autoridades que gestionan el riesgo hagan uso del conocimiento de los fenómenos y de la información disponible sobre su evolución, habrá una mejor respuesta ante las emergencias que su ocurrencia pueda ocasionar”, afirmó la Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad.
Finalmente, la jefe de la cartera ambiental mencionó que el calentamiento global puede representar un aumento de las amenazas de origen climático. Por ejemplo, el aumento de la temperatura global del planeta, tanto del aire como la de los océanos, podría generar mayores impactos en estos fenómenos, como lluvias más intensas, sequías más prolongadas, temporadas de huracanes más frecuentes e impactos más fuertes y prolongados tanto del fenómeno del Niño como de la Niña.
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