En el Día Mundial de las Tortugas Marinas, que se celebra hoy, el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, les recuerda a los colombianos que estos animales son parte fundamental del patrimonio natural del país.
Los dos océanos de Colombia son el hogar de cinco de las siete especies de las que se tiene registro: verde, caguama, carey, laúd o cana y la olivácea o golfina. Además, se cree que los mares del país albergan una posible sexta especie conocida como tortuga negra del Pacífico.
Estos reptiles pueden vivir más de 50 años y se alimentan de coral, que las provee de calcio, vegetación acuática y algas. Las más carnívoras comen pequeños invertebrados o pulpos, otras pueden llegar a comer medusas. Además, tanto en invierno como en verano, y con el propósito de cumplir con sus necesidades de alimentación y reproducción, las tortugas marinas arriban a las playas continentales e insulares de las costas del Caribe y el Pacífico.
La protección y conservación de esta especie es urgente, pues sus huevos, carne, piel y caparazón llaman la atención de la caza furtiva y la sobreexplotación. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), casi todas las especies de tortugas están en peligro de extinción, principalmente, por causa de las malas prácticas humanas. A esto se le suma la amenaza del cambio climático que afecta las playas de anidación de estos reptiles.
Según Nat Geo, “las tortugas marinas existen desde la época de los dinosaurios y han sobrevivido a múltiples eventos de extinción a lo largo de cientos de millones de años”.
Esfuerzos articulados para protegerlas
Por eso, en el marco del Día Mundial de las Tortugas Marinas, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, resaltó que “desde la cartera ambiental hemos liderado y articulado esfuerzos para contribuir a la generación de estrategias orientadas a recuperar y conservar las tortugas marinas. Por ejemplo, en noviembre del año pasado, firmamos con Corpourabá y la Secretaría Regional y Sectorial de Antioquia, el Pacto por la protección y conservación de cuatro especies de tortugas marinas en esa jurisdicción: verde, carey, caná y cabezona”.
Gracias a este pacto, la Corporación declaró Área Protegida del Distrito Regional de Manejo Integrado 12 kilómetros lineales de la playa la Ensenada de Rionegro del municipio de Necoclí (Antioquia). Allí se adelantan acciones estratégicas de monitoreo y control para la protección y conservación de las cuatro especies de tortugas marinas.
Asimismo, el jefe de la cartera ambiental agregó que “la protección de estas especies es un trabajo que se debe desarrollar conjuntamente. Por eso, hoy hago un llamado a los colombianos para que, entre todos, las protejamos y no demos lugar al consumo de comida o productos que deriven de las tortugas marinas de nuestro país”.
Así son las tortugas marinas que se encuentran en Colombia
Verde (Chelonia mydas)
Es la segunda tortuga marina más grande. Tiene cabeza pequeña y roma con dos escamas prefrontales y cuatro postorbitales, su caparazón es oval, liso y deprimido en el margen, sin ser aserrado; el plastrón o parte ventral es blanco, característica distintiva de sus crías. Son herbívoras, consumen algas y pastos marinos, encontrándose asociadas a zonas de arrecifes de coral y praderas de fanerógamas marinas.
Caguama (Caretta caretta)
La caguama, boba, gogó o cabezona puede alcanzar hasta 124 cm de largo. Su cabeza es relativamente grande respecto al cuerpo. Tiene una musculatura fuerte para romper caparazones y conchas de sus presas, que suelen ser caracoles, bivalvos, crustáceos, entre otros.
Carey (Eretmochelys imbricata)
Puede medir 95 cm de largo. Tiene una cabeza angosta con un pico recto y puntiagudo que les permite cortar y alcanzar su alimento entre grietas; los adultos son especialistas en el consumo de esponjas y erizos. Las escamas o escudos del caparazón están imbricados y con bordes aserrados, con vetas marrón oscuro o ámbar.
Laúd o cana (Dermochelys coriácea)
Es la tortuga marina más grande, puede alcanzar hasta 180 cm de largo del caparazón y pesar hasta 500 kg. Su cuerpo no tiene escamas epidérmicas, en su lugar presenta una cubierta de tejido suave y liso con textura semejante al cuero, de ahí que su nombre científico se relacione con piel y cuero. Tiene aletas delanteras muy largas y fuertes.
Olivácea o golfina (Lepidochelys olivácea)
También se conoce como tortuga olivácea por la tonalidad de su caparazón, verde oliva o gris oscuro, y su plastrón o parte ventral color crema. Es de las más pequeñas, alcanza solo unos 70 cm de largo. Su caparazón es casi circular, con seis o más escudos laterales; frecuentemente es asimétrica, lo que la diferencia de las demás. Se alimenta principalmente de cangrejos, almejas, mejillones y camarones.