Más de 39.000 estudiantes y 695 docentes formados de 25 municipios y la formación de 6.000 ideas de negocio, son entre otros los resultados más relevantes del programa Escuela para el emprendimiento BBVA que tras cuatro años de implementación en Caldas, Quindío y Risaralda termina su ciclo.
Escuela para el emprendimiento es un proyecto de aula que con el apoyo de las secretarías de educación departamentales y municipales de Manizales, Pereira y Armenia ha permitido que estudiantes de los grados octavo a once hayan sido formados en temas financieros y empresariales y desarrollar ideas de negocio ligadas a sus proyectos de vida.
Producción de hilo dental a partir de las fibras de los empaques de arroz, sal y harinas; empaques y artesanías a partir de la “guasca” del plátano, un producto que abunda en esta región gracias a los extensos platanales que se usan como sombrío del café o una mezcla entre celulosa y almidón que le han permitido a uno jóvenes de una vereda cercana a Manizales obtener una pasta similar al plástico con unas facilidades de biodegradación óptimas son entre otras los resultados que esta escuela está dejando en la región.
“El aporte de Escuela para el Emprendimiento ha sido excelente, además del material formativo, la asesoría y el acompañamiento en el proceso pedagógico, al que los estudiantes han respondido de manera responsable y practica quedando en ellos la idea de formar empresa y tener una proyección más adelante como una opción de sostenimiento y microempresa familiar”, dice la docente Francy Janeth Osorio, de Quinchía, Risaralda.
“En mi institución somos más de 200 estudiantes con proyectos innovadores que nos permiten generar grandes oportunidades para nuestro futuro y de nuestras familias, porque lo que a mí me gustaría es dedicarme a este proyecto y poder vivir con esto”, dice Yeison Hernández, un joven de 13 años y uno de los directores del proyecto Hilo Dental Fiesta.
Eje de negocios
Hilo dental Fiesta: un proyecto que nace en la IE Miguel Antonio Caro de la vereda Cuchilla del Salado a 10 minutos de Manizales y que consiste en sacar las fibras de los costales o estopas en donde se empaca grano o harinas y procesarlas para obtener una seda dental económica, resistente y de buen sabor con procedimientos científicos y de salubridad estrictos que permite ofrecer este producto a bajo costo y llevarlo a comunidades de bajos ingresos que no tienen acceso por su condición económica.
Bioplástico: en esa misma vereda otros estudiantes están trabajando con buenos resultados hasta el momento en la creación de un “plástico” ecológico que se degrada con facilidad. Se trata de Bioplástico, una pasta endurecida con la que se puede trabajar en impresiones 3D y que puede tener otros usos industriales. Esta pasta la han obtenido de mezclar celulosa que obtienen por medio de la cocción de las cajas de huevos y almidón, en proporción 70-30 y que se forma luego de mezclar, dar forma y congelar por varias horas.
Cajas Ecoplanet: es una idea de negocio de dos estudiantes de esta institución rural de Chinchiná, Caldas a través de la cual aprovechan la guasca de la mata de plátano que abunda en esta región para fabricar empaques de diferentes tamaños y fines, artesanías y otros objetos. Ellas han buscado a personas mayores de la vereda para conocer de cerca qué han hecho ellos y cómo mejorarlos. Su director, Juan Camilo Acevedo, un estudiante de grado décimo explica cómo es su negocio: “Hemos encontrado en la cáscara de la mata de plátano un material que nos permite adecuar de manera práctica a través de cortes y manejos para poder hacer con esto cajas de diferentes tamaños para ser utilizados como joyeros, papeleros, incluso para transportar cosas pues aguantan peso”, dice este joven que proyecta su negocio al futuro.
Briquetas ecológicas: una idea de negocio desarrollada en la IE El Naranjal, de Quimbaya, Quindío en la que se utiliza todo el desecho del café, cáscaras, mucilago y pasilla y que a través de la mezcla con otros ingredientes se obtienen unos leños que pueden reemplazar a los de madera para hacer combustión, aromatizar o como insecticida.
Miel sostenible: Caso aparte son los estudiantes del grado Noveno del Núcleo Escolar Rural de Quinchía, Risaralda, ellos trabajan desde hace dos años en un proyecto enfocado en la producción y comercialización de miel de abejas en el marco de Escuela para el Emprendimiento BBVA bajo la dirección de la profe Ana Silvia. En abril de este año llegó una profesora de química, quien aportó a esta idea, un valor agregado: dar sabor a la miel a partir de extractos naturales de plantas aromáticas.
“Desde el año 2000 en la institución Núcleo Escolar de Quinchía hay un apiario y se manejaba de una forma poco convencional con dos colmenas, a partir del 2015 con gestión de la gobernación se presenta un proyecto para el sostenimiento productivo apícola, se consiguen cinco colmenas más. Es así como se ha seguido produciendo miel y ofertando en el mercado”, dice la docente Ana Silvia García.