La inflación en 2021 se aceleró a lo largo del año y cerró en 5,62%, el registro más alto en los últimos 5 años y muy superior al 1,61% que registró al cierre de 2020. Los alimentos, que cerraron el año con una inflación del 17,23%, fueron los protagonistas.
Únicamente esta división, dentro de las 12 divisiones de gasto, contribuyó con más de la mitad de la aceleración de la inflación en el año, especialmente en el último semestre, cuando las proteínas animales comenzaron a registrar los mayores incrementos y se observó un aumento de los precios internacionales de los insumos que afectó la estructura de costos del sector agrícola y se ha ido transmitiendo sobre otros rubros como los restaurantes.
En los próximos meses, esperamos que la inflación continúe al alza, alcanzando su pico en el primer trimestre del año algo por encima del 6,0%.
Las razones del alza son una normalización de precios por políticas implementadas por el gobierno, la indexación a de precios a una inflación más alta, el incremento del salario mínimo muy por encima de la inflación y un efecto rezagado de la reciente devaluación del tipo de cambio en los precios y el incremento internacional de los insumos.
En el segundo semestre del año, veríamos una desaceleración de la inflación que iría de la mano de una desaceleración en los alimentos y con esto cerraría el año cerca del 4,5%.