En diferentes intervenciones el candidato por el pacto histórico ha dejado entrever lo que sería su gobierno en materia económica y es importante decir que hay algunos elementos que son recurrentes, como los controles de precios, los cambios en las reglas de juego jurídicas y las soluciones rápidas y que suenan sensatas, pero sin justificar como lo va a hacer, ni las consecuencias que traerían.
Una de las propuestas más polémicas ha sido la de que el banco de la república imprima dinero, para ayudar al gobierno a sobrellevar la crisis. Esta propuesta parece loable, fácil de implementar y oportuna. Se saca a la gente de la pobreza dándoles transferencias monetarias con un esquema llamado renta básica, se ayuda a las empresas que contraten nuevos trabajadores y se paga la deuda del gobierno con parte de lo que se imprime.
Sin embargo, hay dos cosas que no ha respondido el candidato: 1. Cómo piensa convencer a la junta directiva del banco de la república, de implementar una política que va en contra de su mandato constitucional de preservar el poder adquisitivo de la moneda y 2. Cuáles serían las consecuencias de inyectarle a la economía el equivalente al recaudo de 7 reformas tributarias en un año, sobre todo en un momento en el que la actividad económica ya se recuperó y estamos esperando una inflación cercana al 5%.
La teoría económica desestima los efectos sobre el crecimiento de una expansión monetaria de este tipo. Aunque se pueden lograr efectos positivos de corto plazo, esta política generaría inflación instantánea y aumentaría las expectativas de inflación en lo que queda de su gobierno. El banco tendría que subir las tasas de interés con efectos negativos para la inversión y el consumo.
También propuso controlar algunos precios de la economía, entre ellos los arriendos, para permitir que más personas se beneficien de bienes o servicios específicos y las empresas liberen flujo de caja. Históricamente, los controles de precios desabastecen el mercado generando una demanda insatisfecha.
Otra de las propuestas fue que el estado compre tierras “improductivas” a su avalúo catastral para volverlas productivas. Esta mediática propuesta la hizo refiriéndose a las tierras de propiedad del expresidente Uribe, pero ya la había hecho antes con las muy productivas tierras de INCAUCA. Estoy de acuerdo con el candidato en que los grandes tenedores de tierras pagan menos de lo justo, pero el atraso en el catastro multipropósito y en los avalúos rurales es culpa del gobierno. Además, ¿quién determinará cuáles tierras son improductivas? ¿Con qué criterio? Es una propuesta que amenaza a los tenedores de tierras, a los empresarios y a los potenciales inversionistas.
Finalmente, Petro quiere cobrarles más impuestos solo a las 4.000 personas mas ricas del país y quiere parar la producción de petróleo y otros minerales, con el argumento de la sostenibilidad ambiental. De nuevo tiene razón el candidato en que los más ricos pagan muy pocos impuestos y que la sostenibilidad ambiental es fundamental para el largo plazo. Sin embargo, no hay un “como” en el horizonte. Los más ricos no pagan impuestos porque están blindados legalmente para no hacerlo ya que sus empresas ya pagaron todos los impuestos requeridos. Si se va a cambiar eso y se va a gravar a las personas, sería bueno saber cómo, sin ahuyentar capitales de manera masiva. Por otro lado, el petróleo genera más de la mitad de los dólares que entran al país y detener su explotación generaría una devaluación inédita del peso. ¿De dónde se van a sacar los recursos que se dejen de generar por la explotación de petróleo? El aguacate, el café, el cacao, los frutales son todos cultivos de tardío rendimiento y requieren capital y asistencia técnica.
En general, las propuestas del candidato progresista, que son muchas más, no son serias desde el punto de vista económico. Muchas de ellas no se pueden hacer sin el apoyo del congreso, el cual no va a estar a su favor. Petro sabe muy bien las consecuencias de las políticas que propone, ya que muchas de ellas ya han sido implementadas en otros países de América Latina, con resultados nefastos. Sin embargo, mencionar estas propuestas en plaza pública, mueve pasiones en las personas que se sienten sin esperanza, sin oportunidades, engañadas por el gobierno y sin justicia, que es en donde él quiere basar su movimiento político. Engañar a esas personas, no diciéndoles la verdad, solo agrava el problema y genera más desesperanza y polarización. ¿Será eso lo que busca?