La Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce) envió una carta al Ministerio de Agricultura pidiendo mayores apoyos para fortalecer e incentivar la producción y comercialización de maíz y soya en el país y equilibrar las condiciones de competitividad frente a las importaciones.
De acuerdo con cálculos de Fenalce, en el primer semestre de 2024 hubo una reducción de áreas sembradas del 24% en maíz amarillo tecnificado, pasando de 63.864 hectáreas a 48.567 hectáreas, del 34% en maíz blanco tecnificado, pasando de 42.871 hectáreas a 28.422 hectáreas, y del 14% en soya, en comparación con el mismo periodo de 2023, pasando de 75.000 hectáreas a 64.395 hectáreas.
Dice el gremio que la disminución de la siembra afecta las oportunidades de ingresos de las familias que dependen de estos cultivos. En el primer semestre de este año el cultivo de maíz generó 144.123 empleos y el cultivo de soya, 51.516 empleos, los cuales decrecieron en 35% y 14%, con respecto al primer semestre de 2023.
Al respecto, los productores nacionales se han visto perjudicados por aspectos como la disminución en los precios internacionales, que cayeron alrededor de un 20% entre junio de 2023 y junio de 2024, lo cual afecta los precios de comercialización en el mercado interno, a lo que se suman los altos costos del crédito, de los combustibles y la situación climática adversa.
Fenalce teme por las economías de los cultivadores de los departamentos de Córdoba, Tolima, Meta y el Sur del Cesar, y pide al Gobierno actuar con prontitud para que estos puedan acceder a infraestructura de secado y almacenamiento.