Nunca pensé, que escribir tenía tanto poder, hasta que las palabras sobre el papel sanaban sentimientos dentro de mí de los que nunca había sido consciente y estaban llegando a ser tangibles en mi vida.

A mis 23 años, decidí emprender con una esta marca de Agendas y Libretas llamada María. El personaje de María ha existido en mi vida desde que soy muy pequeña. Ha sido una persona que me cuida, me aconseja, dice las palabras correctas en el momento correcto, está en mis días buenos y no tan buenos, es decir, en todos los aspectos de mi vida. Cuando escribir se vuelve fundamental en mi vida, me sentía muy acompañada por ese personaje que siempre ha estado conmigo y hacía que me repitiera mucho a mí misma: “Ojalá todo el mundo fuera tan afortunado como yo de tener un personaje como éste en sus vidas”. Y así fue, creé una marca de papelería donde todo el mundo puede sentir el mismo apoyo emocional, pero desde algo mucho más tangible: las hojas de papel reciclado.

Al mismo tiempo que creé mi marca, estaba haciendo mi tesis de Arquitectura sobre cómo esta profesión es capaz de ser parte del tratamiento y sanación de las personas con cáncer; lo cual me llevó a estudiar las emociones de principio a fin, sus orígenes, consecuencias y más; me metí en ese mundo y como éstas eran protagonistas de nuestra vida, formación y poco a poco se van volviendo tangibles en nuestro ser si no sacamos lo que tenemos acumulado.

Encontré la forma de llegarle a las personas desde dos aspectos de mi vida que me caracterizan: hablar y ser creativa. Duraba noches enteras escribiendo lo que quería comunicarles a las personas a través de las hojas, formulando preguntas, escribiendo afirmaciones, creando dinámicas y actividades que las personas pudieran realizar al comprar este producto y que no fuera una Agenda/Libreta común del mercado, sino que fuera la que marca la pauta de escribir con sentido. Siempre he sido una persona que ha usado agendas para planificar sus días, semanas y meses, es por esto que también implementé todo lo que había creado para que las personas pudieran organizarse mejor, pero teniendo este personaje acompañándolos diariamente.

Para cerrar este espacio, termino diciendo dos cosas que he aprendido con María:

1.El ser humano no es consciente del valor y poder que tiene hasta que materializa sus ideas: en un discurso de graduación que realizó Denzel Washington hace algunos años dice que “los sueños sin metas son la gasolina para la decepción” y concuerdo totalmente con esta frase, ya que han sido palabras claves que me han motivado a ser capaz de usar todas mis habilidades como mujer para hacer tangibles mis pensamientos e ideas, llegando a tal punto que la gente quiera tener una María en sus vidas porque no encuentran una igual en el mercado actual.

2. No hay mayor satisfacción como emprendedor que la gente desee y se conecte con tu producto como con ningún otro: cuando se hacen las cosas con amor y por amor a tu propio trabajo, te llueven los clientes, no es necesario que vayas a la calle a buscarlos. Crear una propuesta de valor detrás de un simple producto material es lo que hará que te distingas de los demás en este mundo tan competitivo como en el que vivimos hoy en día. Cuando el valor propuesto traspasa las barreras de lo físico, tu producto se vuelve una necesidad dentro de la mente humana.

Después de hablarles un poco de este sueño que logré materializar, los invito a conocer mi marca María y a ponerle cara a tanta parla.

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