La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas en Madrid y una Murcia al desmantelar un grupo criminal de origen colombiano que se había especializado en robos con fuerza en sucursales bancarias y a representantes de joyería.
Según ha comunicado la Policía Nacional este sábado, la investigación ha relacionado a otras dos personas que se encontraban en prisión y ha esclarecido doce hechos delictivos en las provincias de Madrid, Alicante, Valencia, Cádiz, Málaga, Murcia y Lugo cuyo valor de lo robado supera los 700.000 euros.
El grupo criminal también cometía hurtos en sucursales bancarias y en inmediaciones, en algunas ocasiones empleando la fuerza para acceder a los vehículos de las víctimas y en otras realizando técnicas de distracción.
Entre las maniobras de distracción recurrían al timo de “la mancha” (una persona se acerca a la víctima y le mancha la ropa, momento en el que un segundo implicado se ofrece a limpiársela y aprovecha para robarle) o el de “la siembra”, que consiste en tirar un billete al suelo para despistar a la víctima y, cuando ésta se agacha a recogerlo, se realiza la sustracción.
Los detenidos tomaban fuertes medidas de seguridad y llegaban, según la Policía, a utilizar disfraces, alquilar vehículos con documentación falsa y abandonar rápidamente las localidades donde cometían los hechos para no dejar rastro de sus identidades y dificultar su localización.
Se trata de una investigación que comenzó el pasado agosto, cuando los agentes supieron de la existencia de un grupo criminal itinerante e integrado por ciudadanos de origen sudamericano.
Más adelante, los agentes acreditaron numerosos robos con fuerza a representantes de joyería, tanto a nivel nacional como internacional, que los investigados detectaban en diferentes ferias y visitas especializadas del sector. Para ello, utilizaban métodos de vigilancia y seguimiento electrónicos sofisticados.
Usaban pelucas, gorras y gafas
Desde la Policía Nacional indican que los investigados no paraban de buscar nuevas víctimas por toda España, habían convertido los robos en su único medio de vida y actuaban en grupos de al menos cuatro personas que sustraían grandes cantidades de dinero en efectivo o joyas, cuya venta en el mercado negro generaba beneficios muy elevados que enviaban a Colombia casi en su totalidad.
El primer hecho delictivo investigado tuvo lugar en Denia (Alicante) el pasado mes de abril, cuando robaron gran cantidad de dinero en efectivo del interior de un vehículo.
Poco después, los agentes acreditaron la comisión de otros delitos como la sustracción de monedas de alto valor histórico en Madrid o el hurto de maletas llenas de joyas en Valencia y Burgos.
Los autores recurrían a disfrazarse con gorras, pelucas o gafas para entorpecer su identificación. Además, actuaban perfectamente coordinados mediante el uso de dispositivos móviles y auriculares.
A finales de octubre, la Policía acreditó la implicación del grupo en un robo con fuerza en el interior del vehículo de un representante de joyería en Murcia, sustrayendo un arma corta de fuego y joyas (diamantes y esmeraldas) valoradas en más de 340.000 euros.
Los agentes realizaron tres registros en Madrid y recuperaron esos diamantes y esmeraldas e intervinieron dinero en efectivo, numerosos documentos falsos y otras joyas presuntamente sustraídas, así como ropa y elementos de disfraz que utilizaban en los robos.