La hija del expresidente estadounidense Donald Trump, Ivanka Trump, se ha desvinculado este miércoles de las actividades financieras de su padre durante su testimonio ante el Tribunal Supremo de Nueva York en el marco del juicio por fraude fiscal liderado por la fiscal general del estado, Letitia James.
Ivanka ha respondido durante cerca de dos horas a las preguntas del abogado de la Fiscalía General neoyorquina, Louis Solomon, con un tono suave y calmado, muy alejado de la actitud de su padre, quien el lunes llegó incluso a criticar al juez Arthur Engoron durante su testimonio en la corte.
Solomon se ha referido a la compra del ático de lujo en la avenida Park por 8,5 millones de dólares. El valor que aparece en la declaración financiera del magnate es de 20,8 millones de dólares, según la denuncia de la Fiscalía.
“Como ya les dije hace un año y medio, no participé en su declaración financiera, por lo que no puedo decir qué se tuvo en cuenta o no”, ha resaltado Ivanka, quien fue ex vicepresidenta ejecutiva de la Organización Trump, según ha recogido la cadena estadounidense CNN.
La hija del magnate también ha tenido que enfrentarse a una serie de preguntas sobre la obtención de préstamos, especialmente debido a la existencia de pruebas, como correos electrónicos y cartas, si bien ha respondido con evasivas: “No lo recuerdo”, ha repetido.
Los hijos de Trump estuvieron muy involucrados en la empresa de su padre, la Organización Trump, a la que se unieron como socios comerciales tras graduarse en la universidad. En 2017, cuando Trump se convirtió en presidente, la empresa quedó en manos del director financiero, Allen H. Weisselberg.
La fiscal general que lleva el caso, Letitia James, busca averiguar si los miembros de la familia Trump inflaron fraudulentamente el valor de sus activos para garantizar préstamos bancarios con el objetivo de reducir su factura fiscal.