Más de 26.000 personas desfilaron por la catedral de Edimburgo para darle el último adiós a la reina Isabel II, en una capilla ardiente de 24 horas previa al traslado del féretro a Londres este martes por la tarde.
El Gobierno escocés informó en Twitter del cierre de la cola de acceso, para evitar que la multitud se siga agolpando antes de la salida del cortejo fúnebre. “Más de 26.000 personas han tenido ya una oportunidad de mostrar su respeto”, dijo.
La vigilia arrancó en presencia del rey Carlos III y de otros hijos de la difunta monarca y, durante toda la noche, el goteo de asistentes ha sido constante. Las autoridades estimaban en 45 minutos el tiempo de espera para acceder al interior del templo este martes por la mañana, según la BBC.