El fabricante alemán de ropa y calzado deportivo Puma registró un beneficio neto de 55 millones de euros en el segundo trimestre del año, lo que supone un 34,7% menos respecto al mismo periodo del año anterior, aunque ha revisado al alza sus ventas, según ha informado la multinacional.
Pese a la caída del beneficio, la facturación de Puma entre abril y junio alcanzó los 2.121 millones de euros, un 11,1% más que un año antes en términos absolutos y un 5,9% más sin tener en cuenta el ajuste por el tipo de cambio.
El consejero delegado de Puma, Arne Freundt, ha afirmado ante los resultados que la compañía está “perfectamente encaminada” para alcanzar los objetivos de todo el año en este año de transición 2023.
De esta manera, en los seis primeros meses del año, Puma registró un beneficio neto de 172,3 millones de euros, lo que supone un 16,2% menos respecto al mismo periodo del año anterior.
Las ventas entre enero y junio aumentaron un 12,7%, hasta los 4.308,3 millones de euros. Sin tener en cuenta el tipo de cambio, el crecimiento semestral fue del 10,1%.
Este aumento en las ventas fue liderado por la región de Asia Pacífico, con un aumento del 26% respecto al mismo periodo del año anterior, hasta los 935,6 millones; seguida de la región Europa, Oriente Próximo y África (EMEA), con un incremento del 25,2%, hasta los 1.771,7 millones y contrastando con la caída de ventas en América, con un 2,7% menos, hasta los 1.709 millones.
Desde la multinacional textil han afirmado que estos datos se deben a los obstáculos macroeconómicos vividos, a los altos niveles de inventario en el comercio y la relativa dependencia de Puma en el negocio mayorista de descuento en Estados Unidos, aunque han recalcado que la fuerte diversificación geográfica de su negocio ha permitido que el crecimiento en zonas como China compensen la caída de América del Norte.
Este panorama ha hecho que Puma confirme un crecimiento de las ventas ajustado por moneda de un dígito para el año fiscal 2023 y un resultado operativo (Ebit) en el rango de 590 millones de euros a 670 millones de euros, frente a los 641 millones de euros de 2022, así como un cambio respectivo en los ingresos netos.
De esta manera, Puma espera una mayor rentabilidad hacia finales de año, impulsada principalmente por una mejora secuencial en el margen de utilidad bruta debido a menores costos de abastecimiento y flete.