El sobrepeso y la obesidad son un problema de salud pública. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren 2,8 millones de personas a causa de esta patología que se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa en el cuerpo. En Colombia, el 56,4 % de la población presenta sobrepeso, según información del Ministerio de Salud.
“Una de las principales razones que impiden a los colombianos alcanzar un peso saludable es por la desinformación y la percepción errónea sobre la enfermedad”, sostiene Martín Vásquez, médico endocrinólogo de la Asociación Colombiana de Endocrinología.
El sobrepeso y la obesidad va más allá de la estética
Las investigaciones han demostrado que las personas con sobrepeso y obesidad tienen mayores riesgos de sufrir otras afecciones como diabetes tipo 2, enfermedad coronaria, cáncer, hipertensión (presión arterial alta), hiperlipidemia (aumento de la concentración plasmática de colesterol o de triglicéridos), accidente cerebrovascular, apnea del sueño, problemas respiratorios y artrosis.
En un contexto de pandemia, la obesidad puede aumentar el riesgo de muerte en pacientes con COVID-19 cerca de un 50 %. Además, haría que las vacunas contra esta enfermedad fueran menos efectivas, según un estudio de la Universidad de Carolina del Norte, el Consejo de Salud Saudí y el Banco Mundial.
“La situación de la COVID-19 nos invita a tomar acción inmediatamente. Debemos encontrar mecanismos que faciliten y promuevan una transformación de vida más saludable en la población colombiana”, destacó Vásquez.
¿Cuáles son los tratamientos para la obesidad?
Existen diversas opciones de tratamiento para la obesidad, que van desde hacer ejercicio, cambios en la dieta, el uso de suplementación, medicamentos y cirugías.
Según las guías de salud y ejercicio para personas con sobrepeso, se recomienda realizar 3 a 5 días de ejercicio moderado (30 minutos al día). La actividad se podría potenciar con el paso del tiempo. Reducir el consumo de alimentos procesados, refinados y preparados con alto contenido de azúcar y grasa, ya que tienen más probabilidades de provocar un aumento de peso. Al mismo tiempo, aumentar la ingesta de cereales integrales y otros alimentos ricos en fibra (frutas y verduras).
Algunos ensayos han señalado que la L-arginina, como precursora del óxido nítrico, tiene la capacidad de ocasionar una vasodilatación en el sistema cardiovascular que genera una disminución de la presión arterial. La suplementación con L-arginina mejora la salud de las personas con obesidad e hipercolesterolemia.
La L-arginina disminuye los niveles elevados de colesterol LDL, que se relacionan con altas concentraciones sanguíneas de homocisteína y ADMA, dos sustancias químicas que se vinculan con una mala salud cardiovascular.
Asimismo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) han aprobado cuatro medicamentos de prescripción y venta libre que podrían ayudar a disminuir el apetito o aumentar la sensación de saciedad. Entre ellos, bupropión, liraglutida, orlistat y fentermina-topiramato. Finalmente, las cirugías más comunes para bajar de peso son la manga gástrica y el bypass gástrico