El senador del Pacto Histórico Wilson Arias asegura que hay EPS que estarían cobrando servicios de salud por personas ya fallecidas, y va más allá, pronosticando un mal futuro para el proyecto de reforma a la salud.
—Senador Arias, usted ha dicho que las EPS, como Sánitas, no son víctimas sino victimarias. ¿Podría explicarnos eso?
Wilson Arias: No sé si llamarlas victimarias, pero sí diría que son actores muy interesados en el desastre del sistema de salud. Estoy investigando cuáles y cuántas. En las atenciones médicas revisadas, se han presentado decenas de miles de casos en los que supuestamente se prestó el servicio a personas que ya habían fallecido. Eso quiere decir que se habría facturado al Estado por servicios médicos brindados a muertos. Esto se puede ver en los Registros Individuales de Prestación de Servicios (RIPS), donde se evidencia que la persona atendida ya estaba muerta al momento del supuesto servicio. Esa atención se cobra al Estado. Eso es lucrarse a partir de la desgracia de los pacientes y en contra del interés público.
—De lo que ha investigado hasta hoy, ¿qué ha encontrado?
Wilson Arias: En la investigación que realizamos, hemos podido ver que, entre 2020 y 2023, probablemente fueron 274 mil las personas ya fallecidas que fueron reportadas como atendidas médicamente, y por quienes luego se facturaron sumas que se acercan a los 3 billones de pesos. Imagínese lo que significa girarle al Estado facturas por servicios de salud prestados a personas muertas. Entre las EPS involucradas están Sanitas y otras, que además financiaron campañas políticas de algunos colegas que hoy están conmigo en la Comisión Séptima.
—La cifra es nueva y escandalosa. Sin embargo, no es la primera vez que se denuncia este tema. ¿Falta decisión de la Fiscalía y de los órganos de control para investigar y juzgar estos hechos?
Wilson Arias:
La sociedad apenas empieza a percatarse de un fenómeno que no solo es doloso, según los códigos penales, sino que además requiere de una actuación audaz y permanente por parte de quienes dirigen los órganos de control y la Fiscalía. Hay que investigar a toda esta gente que comete delitos atroces contra la humanidad. Probablemente esto no tiene antecedentes.
—¿Hay manera de destrabar el trámite de la reforma a la salud en la Comisión Séptima?
Wilson Arias: Cuando ocurren cosas como estas, no se vislumbra un escenario positivo. Esta es una sociedad paralizada en lo que respecta a las EPS. Está ocurriendo algo similar a lo que pasó con Odebrecht: aceitaron a muchos y luego vino la impunidad. Es posible que las EPS también hayan aceitado a muchos políticos.
—Si la Comisión Séptima se prepara para armar mayorías y archivar el proyecto de reforma a la salud sin siquiera dar la discusión, ¿quiere decir que no aprendió la lección de lo ocurrido con la reforma laboral?
Wilson Arias: No se trata de aprender la lección, porque en este caso hablamos de actores que capturan rentas. Esta situación está tan normalizada que muchos no quieren prescindir del estatus y la calidad de vida que obtienen gracias a esos ingresos. Es una forma de acumulación capitalista, en la que algunos miembros de ciertos partidos se dejan corromper. Como decía el poeta Mario Benedetti: «Hay monedas a las que nunca se les debería abrir la mano.»
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