El 7 de agosto de 1819 se cumplió en el Puente de Boyacá la gesta emancipadora, hecho histórico que marcó la transición hacia la vida republicana. El Ejército Nacional tuvo un aporte significativo en esta hazaña, motivo por el cual la Presidencia de la República, mediante el Decreto 1461 del 17 de julio de 1978, consagró el 7 de agosto como el Día del Ejército Nacional de Colombia, con el fin de mantener vivo el respeto por las tradiciones. Desde entonces, las guarniciones militares conmemoran anualmente esta fecha.
El Ejército de Colombia es una fuerza militar muy querida por la población en las zonas rurales, municipios y ciudades, donde en la mayoría de las familias del país existe un miembro o amigo cercano que ha integrado sus filas, lo que lo hace una institución cercana para muchos.
Es, además, una de las instituciones más antiguas del país, ya que tiene su origen en el Ejército Libertador comandado por Simón Bolívar durante la lucha por la independencia.
Uno de los cambios trascendentales que ocurrieron desde la formación del Ejército de Colombia fue producto de unas ordenanzas del rey Carlos III, emitidas desde España en 1783. Estas generaron una organización militar para los reinos de ultramar y sirvieron de base para los ejércitos independentistas del siglo XIX.
Cambios globales que impactaron al Ejército
El rompimiento con la tradición de una fuerza militar inspirada en el ejército español de la época colonial se dio en 1881, con el surgimiento de la industrialización a nivel mundial. Se impusieron nuevas tecnologías como las ametralladoras, y las armas comenzaron a sofisticarse con el paso del tiempo. También cambiaron los uniformes: en un inicio eran de colores vistosos, pero luego se optó por tonos neutros, hasta llegar a los camuflados.
La Segunda Guerra Mundial marcó varios cambios, entre ellos, el uso de uniformes camuflados. El Ejército de los Estados Unidos descubrió que era más eficaz utilizar telas con colores que permitieran a los militares confundirse con el verde de la naturaleza. Esta tendencia se adoptó en Colombia en 1964, siendo el camuflado “Tigrillo” el primero en implementarse.
No obstante, es importante señalar que la Primera Guerra Mundial también generó un cambio importante en las fuerzas militares a nivel mundial: la necesidad de combatir desde el aire. Fue en este contexto que surgieron los aviones militares. Más adelante, con la Segunda Guerra Mundial, se fortaleció el blindaje de los vehículos terrestres.
Colombia no fue ajena a estas modificaciones y las adoptó al interior del Ejército. Estos avances también dieron origen a nuevas instituciones militares, como la Fuerza Aérea Colombiana —hoy denominada Fuerza Aérea Espacial Colombiana— y, posteriormente, a la Armada de Colombia.
En 1976 se incorporaron por primera vez mujeres al Ejército de Colombia, inicialmente en labores administrativas, y más adelante en funciones relacionadas con el manejo de armas. La institución ha reconocido la importancia de la mujer colombiana, razón por la cual existen batallones que llevan nombres en honor a las «Juanas”, y también a Antonia Santos, Mercedes Ábrego, Manuela Beltrán, Manuelita Sáenz, etc. que fueron mujeres que dieron su vida por la patria.

Desde 1998 se han implementado cambios significativos para combatir la ilegalidad. Uno de ellos fue la creación de las Fuerzas de Despliegue Rápido y el desarrollo del concepto de operaciones unificadas.
Defensa y compromiso con Colombia
Hombres y mujeres del Ejército han entregado su vida para defender la de millones de colombianos, una labor que merece reconocimiento y gratitud. Junto con la Fuerza Aérea Espacial Colombiana y la Armada de Colombia, tienen la obligación de defender el territorio nacional, tanto en las fronteras como en el interior del país. Además, deben garantizar el orden constitucional y proteger a la población del crimen organizado y de los grupos armados ilegales que amenazan la seguridad de municipios y departamentos.

Los colombianos agradecen y valoran la labor de los miembros del Ejército, conscientes de que gracias a ellos pueden vivir y dormir con la tranquilidad de que su seguridad está protegida frente a las amenazas de grupos irregulares.
Es de destacar que, por primera vez en la historia nacional, esta conmemoración se realizará en un lugar distinto al tradicional monumento del Puente de Boyacá. En esta ocasión, más de 55.000 habitantes del municipio de Leticia, en el departamento del Amazonas, serán los anfitriones de esta fecha patria. Así, se cambia el escenario de las imponentes montañas de Boyacá por las vastas selvas de la Amazonía colombiana.
Como es tradición, un grupo de oficiales, suboficiales, soldados y personal civil será condecorado con la Medalla al Mérito Militar Antonio Nariño, la de mayor jerarquía entre las condecoraciones por méritos y virtudes militares, así como con la Medalla Militar José María Córdova y la José Fernández Madrid. En total, 30 militares serán condecorados en el marco de esta importante fecha.
Asimismo, hombres y mujeres soldados de varias unidades del país se han desplazado a la capital amazónica para recorrer sus calles y compartir con sus habitantes un nuevo aniversario de la Batalla de Boyacá.
Finalmente, este acto consagra una vez más la memoria histórica de una institución que, por más de 215 años, ha servido a los colombianos bajo su glorioso lema:
¡Patria, Honor, Lealtad!
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