Un vestido de Christian Dior, “amuleto de la suerte” que lució Elizabeth Taylor la noche que ganó su primer Óscar a mejor actriz en 1961, se subastará el próximo mes tras haber estado guardado en una maleta en Londres más de 50 años.
Todo el mundo asumía que el vestido, con estampado floral y una gran rosa roja en la cintura, ya se encontraba en el archivo de Dior en París.
En realidad, había estado cuidadosamente guardado -junto con otras 11 prendas que pertenecieron a la estrella- en una gran maleta de plástico en casa de su ex asistente personal desde 1971.
Taylor lució el vestido, diseñado por Marc Bohan para Dior, en la 33ª edición de los Óscar a la que acudió junto a su cuarto marido, Eddie Fisher.
Su relación con Fisher provocó un alud de publicidad negativa después de que Taylor fuese acusada de haberle “robado” el esposo a su amiga la actriz Debbie Reynolds, cuya hija Carrie Fisher se convertiría después en la icónica estrella de las películas de “Star Wars”.
El escándalo había convencido a la protagonista de Butterfield 8 de que no ganaría el Óscar ese año, explica Kerry Taylor, cuya casa de subastas especializada en moda vintage vende el vestido. “No esperaba ganar, ya que había perdido en otras ocasiones y tenía toda la prensa negativa sobre Eddie Fisher”, dijo a la agencia AFP.
Tras su triunfo en los Óscar, la estrella comenzó a considerar el vestido como “una especie de amuleto de la suerte” y lo llevó con ella por todo el mundo. “Seguía llevándolo de un lugar a otro diez años después. No se lo ponía, simplemente le gustaba llevarlo consigo”, asegura Taylor.
“Simples vestidos de segunda mano”
La prenda fue hallada en la maleta junto a muchas otras que la actriz había regalado a su asistente Anne Sanz, cuyo marido Gaston también trabajó como chofer y guardaespaldas de Taylor.
La pareja viajó por todo el mundo con la actriz y su quinto marido, la estrella de Hollywood Richard Burton, con el que se casó dos veces, en el apogeo de su fama en los años 1960 y 1970. Los Burton fueron padrinos de la hija de los Sanz, Elizabeth.
El equipaje de Taylor tomaba dimensiones desproporcionadas durante sus viajes, alcanzando a veces las 40 maletas, así que en 1971 acabó desprendiéndose de este vestido de Dior pese a su valor sentimental.
La estrella abrió su armario en el Hotel Dorchester de Londres un día de 1971 y le dijo a Sanz “¡Toma lo que quieras!”.
Taylor también le regaló un vestido de cóctel blanco y una chaquetilla torera a juego para su boda.
Entre los otros artículos incluidos en la subasta figuran un vestido de alta costura de Tiziani creado por Karl Lagerfeld y una bata “viuda negra” que Taylor llevó en la película de 1967 Boom, también de Lagerfeld.
A lo largo de los años, Sanz usó un par de vestidos y regaló otros a amigos y familiares, sin considerarlos nunca especialmente significativos o valiosos.
“Anne, obviamente, llevó el vestido blanco para su boda y usó otro vestido, uno amarillo y azul con un abrigo a juego”, explica Taylor. “Pero, en cierto sentido, eran para ella simples vestidos de segunda mano que pertenecieron a Liz Taylor. ¿Y qué? Esto fue antes de que todo lo relacionado con los famosos se convirtiera en tendencia”, añade.
La subasta en la que se espera que el vestido “de la suerte” de los Óscar alcance entre 40.000 y 60.000 libras (48.000-72.000 dólares) tendrá lugar el 6 de diciembre en Londres.
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Foto: cortesía
AFP