Campus Escolar: el “tercer maestro” en la vida de los niños

El próximo 5 de octubre se celebra el Día de los Docentes, una fecha para celebrar el trabajo de los educadores que moldean el futuro de las nuevas generaciones. Sin embargo, este día no solo es una oportunidad para honrar a los maestros, también ofrece la posibilidad para destacar el papel crucial que juegan los campus de los colegios en el proceso educativo, ya que un entorno escolar bien diseñado, con sus aulas, bibliotecas, laboratorios y áreas recreativas, actúa como el “tercer maestro” en la vida de los niños, entendiendo que los dos anteriores son los padres y los profesores.

Es acá donde en los últimos años ha tomado gran relevancia el concepto de “Responsive Spaces”, el cual se basa en que cualquier lugar del colegio pueda convertirse en “aula de clase” y en un espacio propicio para el aprendizaje. Al ofrecer áreas que pueden transformarse para actividades grupales, proyectos creativos o sesiones individuales, los “Responsive Spaces” les permiten a los educadores ajustar el entorno según las necesidades de los niños, facilitando un aprendizaje más dinámico y participativo. Estos diseños responden a la creciente demanda de un aprendizaje activo, permitiendo así que los estudiantes crezcan tanto académica como personalmente, desarrollando habilidades relevantes para el siglo XXI.

“Cuando los campus de los colegios funcionan bajo el concepto de Responsive Spaces, logramos que los pilares tradicionales de la organización de la vida escolar como son la estructuración del tiempo, las formas de agrupación y la distribución de los espacios se adapten a las edades, a las necesidades y a las distintas formas de relación de los estudiantes. De esta manera, promovemos una pedagogía eficaz que entiende los nuevos modos de aprender, de crear y de producir”, aseguró Rosita Caro, directora del Colegio Hacienda Los Alcaparros.

Por esto, profesores del Colegio Hacienda Los Alcaparros compartieron un listado con las características principales que deberían tener los campus escolares, transformándolos así en “Responsive Spaces”:

Outdoor Classroom: se componen de zonas verdes, bosques y espacios naturales pensados para despertar la curiosidad y dinamizar el aprendizaje. Estos espacios motivan también las prácticas sostenibles, donde el manejo de residuos, el reciclaje, el cuidado del agua, entre otras, hacen parte del diario vivir de los estudiantes.

Salones: espacios amplios con luz natural y un fácil acceso a exteriores creados para incentivar el conocimiento. La arquitectura está al servicio del aprendizaje activo. Los salones son grandes, con mobiliario movible y modular, organizados de tal manera que sean acogedores, amables y den seguridad a los niños para desplegar su iniciativa y su autonomía.

Artes: los talleres y salones de arte cuentan con áreas versátiles que se pueden adaptar para diferentes tipos de actividades artísticas, desde cerámica, land art, carpintería, textiles y moda. Estos son espacios donde se respira creatividad, se aprenden técnicas especiales y se hacen propuestas estéticas que combinan la belleza y la expresión.

Espacios Colaborativos: son lugares creados para conectar y potenciar los talentos de los estudiantes a través del trabajo en equipo. Estos espacios permiten focalizar el trabajo alrededor de una pregunta, problema, competencia o habilidad, fomentando así el trabajo colaborativo y el apoyo cercano del maestro.

Bibliotecas: ofreciendo zonas de lectura y estudio que se pueden reorganizar fácilmente, con mobiliario modular y movible que permite crear tanto espacios individuales como grupales. Son espacios diseñados para cultivar la creatividad, el conocimiento y la curiosidad.

Makerspaces: proporcionan un entorno flexible donde el aprendizaje se vuelve físico, adquiriendo experiencia práctica al aplicar la ciencia, la tecnología, las matemáticas y la creatividad para diseñar y construir proyectos.

Edificios conectados con el paisaje y corredores amplios: no solo para circular sino también para estudiar, trabajar en grupos y descansar, convirtiendo los interiores de los edificios en lugares donde se fomenta el trabajo colaborativo con espacios con conexión directa a las zonas verdes.

Espacios Deportivos: siendo espacios multifuncionales, con áreas que puedan reconfigurarse fácilmente para diferentes deportes y actividades, desde baloncesto y fútbol, hasta pistas de bicicross, gimnasio, entre otros, fomentando el juego libre y la salud física de los niños.

Música: la música se escucha por todo el campus, desde preescolar hasta bachillerato, ya que los espacios no se concentran en un solo edificio. Estos espacios cuentan con áreas que se puedan configurar para diferentes actividades, desde ensayos individuales hasta actuaciones en grupo.